Fueron 15 minutos de éxtasis. Apenas la sombra de Cristina Kirchner se vió entre las luces cálidas del departamento de San José 1111, los gritos se agudizaron y los bombos replicaron con más fuerza. Cuando a las 21.03 los ventanales se abrieron y la expresidenta salió al balcón, en la calle hubo una fiesta, con papel picado improvisado con diarios y palmas que se agitaban con fuerza. Como el comienzo de un recital cuando las luces se encienden, empiezan a sonar los primeros acordes y el público estalla. "Oooh, vamos a volver, a volver, vamos...