Espargaró recordará toda la vida la carrera de este domingo, pero el suyo no será un recuerdo alegre, todo lo contrario. Su día de gloria se convirtió primero en un día de frustración y finalmente en un día de vergüenza[...]Con una vuelta todavía por completar, asentando en el segundo puesto de la prueba, cruzó la línea de meta y se dejó ir: lamentó no haber podido vencer, saludó al público y finalmente entendió lo que estaba ocurriendo.Pasaron Martín, Zarco, Mir, Marini y cuando ya estaba sexto, Espargaró reconoció su fallo y volvió a acelerar

Seis penes. Juro que fue por causalidad, pero esa fue la cantidad exacta de miembros viriles que me encontré el pasado jueves por la noche mientras zapeaba tranquilamente en casa. Los había pequeños, grandes, de diferente grosor y color, circuncidados, tatuados, con o sin piercing. Todos ellos, eso sí, coincidían en una cosa: se habían depilado para la ocasión.

Pasodoble de la chirigota "Los Quinquis" sobre un tema de la actualidad política en Andalucía.