A veces, un viaje puede cambiarlo todo, incluso cuando ya está establecida una vida. En marzo de 1994, Cheryl Thomasgood, una mujer británica de la isla de Wight, al sur del archipiélago, viajó a Kenia con su familia. Pero lo que parecían unas inolvidables vacaciones, acabó con una arriesgada decisión para unos y una traumática para otros. Allí conoció a un guerrero de la comunidad masái, se enamoró, y en cuestión de semanas, decidió dejar a su marido y a sus hijos, vender su casa y mudarse a una choza de barro en el corazón de África Oriental.