El pasado 25 de febrero, la Guardia Urbana de Barcelona (gobernada, tanto en el Ayuntamiento como en la Generalitat, por el PSC-PSOE) desplegó catorce agentes en un conocido club gay de la ciudad y, durante dos horas, registraron tanto el local como a quienes salían de él en plena vía pública1. Según la fuente, no queda muy claro si se trató de “una inspección rutinaria” o “una acción contra el menudeo de drogas”, pero, de acuerdo con la información publicada en los medios, la operación se saldó con 4 sanciones administrativas y 1 detención.