El 16 de octubre de 1991, el municipio de La Mussara, en Tarragona, se convirtió en el escenario de uno de los casos más intrigantes de desapariciones en la demarcación. Enrique Martínez Ortiz, un hombre de 36 años nacido en Granada, salió a buscar setas con tres amigos por la zona, pero nunca regresó. A pesar de intensas y exhaustivas búsquedas, su rastro se perdió por completo, dejando a su familia y amigos sumidos en la incertidumbre y en un misterio que, a día de hoy, no tiene respuestas.