La Unión Europea ya ha redactado un plan para modelar una sociedad en un estado de guerra permanente. Se llama Readiness 2030 y transforma al Viejo Continente en un campo de entrenamiento. La guerra no se declara, se institucionaliza. Toda la infraestructura civil (carreteras, ferrocarriles, puertos, centrales eléctricas, hospitales, escuelas) debe ser compatible con el uso militar. La financiación procederá de fondos europeos, del PNRR (3), de ayudas públicas, del fondo Horizonte, del Mecanismo “Conectar Europa” y la colaboraciones con empresa