Ha pasado de ser un delincuente confeso a demostrar ser un subnormal de un día para otro. No le queda otro remedio que suicidarse o marcharse de España.
Tranquilamente puede acabar condenada, vivimos en un estado dirigido por subnormales y fascistas desde hace 50 años. Puede dar gracias de no ser detenida y torturada en el cuartel de Intxaurrondo.
Recordemos los tartazos a Barcina, ocurridos en Francia, siendo detenidos en España por los forales y llevados a juicio donde les pedían 9 años de cárcel por lanzar un cacho de tarta.
La justicia del estado español es un pedazo de mierda apestosa.
Ahora esa persona seguirá viviendo en el mismo lugar y no podrá prosperar. Sin papeles de residencia no le pueden hacer un contrato. Seguirá viviendo igual, no va a desaparecer.
Son unos gilipollas, no tiene sentido negarle la residencia. Mierda de leyes racistas y fascistas que matan personas.