"Me parecen estupendas las ayudas al cine, pero, de teatro creo que no he escuchado a la ministra hablar nunca, o muy poquitas veces", afirmó el actor Fernando Conde. El actor detalló que, para "El mercader de Venecia", su compañía Darek Teatro recibió una ayuda del Ministerio de Cultura de 15.000 euros para la gira y 20.000 euros de la Comunidad de Madrid "sobre un coste de una producción de 210.000 euros", obtenidos a través de créditos personales.
Comentarios
Yo la he oído hablar de internet varias veces y creedme, cómicos, es mejor que no diga nada.
Arriba en #3 es 'le' he oído. Perdón. En qué estaría yo pensando.
Fernando Conde, el tercero de los de martes y trece.
Ni de teatro, ni de literatura, ni de pintura, ni de arquitectura, ni de folclore, ni gastronomía, ni de historia, ni de fotografía, ni de antropología... alguna inauguración si acaso y poco más.
De música sí que habla, pero no de la más culta precisamente.
Coste de producción de 210.000 euros, con 35.000 de ayuda, eso es que pidieron prestados 175.000 euros en créditos personales...
La pregunta es ... cuando en ingresos superen esos 175.000 euros de créditos personales más intereses para recuperar los invertido... ¿devolverán el dinero obtenido de las ayudas?
¿Utilizarán ese dinero para montar el siguiente evento y así no será necesario pedir ayudas?
También puede suceder que no recuperen lo invertido y no tengan para devolver las ayudas recibidas; en ese caso, en la próxima (si la hay, que seguro que si) ¿intentarán disminuir los gastos o bajarse el sueldo? ¿mirarán por qué no funciona? ¿buscarán algo que atraiga a la gente para así poder recuperar la inversión?
No sé, cada vez que veo esto me acuerdo de los créditos que se piden en las empresas y que tienes que devolver, ya te vaya bien o mal (como tiene que ser supongo).
Cuando hay algo que sólo sobrevive gracias a las ayudas, y NO es un servicio público, es que debería cambiar / actualizar / evolucionar / desaparecer.
NO A LAS AYUDAS A EMPRESAS DE LA CULTURA. NO A LA SOCIALIZACIÓN DE LOS GASTOS Y LA PRIVATIZACIÓN DE LOS BENEFICIOS.