El Obispado de Lugo ha llevado a los juzgados a sus feligreses de la parroquia de Ribadulla, en Santiso. Los curas pretenden dirimir así, por la vía penal, la propiedad del campo de la fiesta de la localidad, de 2.462 metros cuadrados. La controversia se originó hace un año, cuando los parroquianos abortaron una venta de la casa rectoral por parte del Obispado. La oposición vecinal y el miedo del párroco llevaron al prelado de la diócesis a dejarlos sin misa y a cerrar el templo
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