"Admitámoslo, todos preferimos a los inútiles: es más fácil tenerle cariño a Uwe Boll que a John Ford, a Santiago Rouco que a Elvis... Y es que esta gente no son realmente inútiles, sino artistas supremos de la sordidez que necesitan la atención de los medios para poder transmitir su mensaje de amor al mundo. Es un mensaje alternativo que cuestiona la imbécil épica del deporte y sus absurdos sacrificios. He aquí un análisis de las catorce maravillosas carreras automovilísticas de los siguientes príncipes de la sordidez"
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