La diferencia entre un abuso y una agresión sexual se basa en que haya hecho uso de la violencia. Lo que, en el caso de Álvaro I.G., ‘Nanysex’, no se ha producido pues sus víctimas, niños y bebés, eran incapaces de defenderse o de comprender lo que les estaba pasando. Dentro de 12 años, ‘Nanysex’ podrá beneficiarse del tercer grado penitenciario y, cinco años más tarde, en 2025, podrá salir en libertad. Y eso, a pesar de que los informes psiquiátricos alertan de su difícil reinserción y de que no se ha arrepentido de sus actos.
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