Cincuenta años de profesión a sus espaldas le sirven a Iñaki Gabilondo para afirmar que el fenómeno de las "fake news" no es nuevo ya que "la intoxicación, la mentira, el globo sonda y el cuento chino han existido toda la vida de Dios", pero ahora con una gran dimensión debido a las nuevas tecnologías. Lo comenta en una entrevista con Efe con motivo del estreno de la tercera temporada del programa "Cuando ya no esté. El mundo dentro de 25 años", que vuelve la próxima semana a #0 (Movistar+), y que para el veterano comunicador supone un "regalo
#5 Más o menos lo mismo que ahora, consultar la fuente del hecho o lo más cercano a ella. Antes tenía que acercarse físicamente, ahora se conforma con lo que le diga alguien online. "Alguien" de los miles de personas hablando de ello desde todas las perspectivas posibles y sin información de primera mano.
#9 Entendido. Solo discrepo en lo de "más oportunidades". Aunque ciertamente las comunicaciones han mejorado, la duplicidad y el ruido que se genera en Internet hace más difícil la búsqueda de información de calidad, en consecuencia generando "menos oportunidades" para encontrar información veraz (a costa de encontrar fácilmente información errónea).
#13 Los vídeos se manipulan de la misma manera que cualquier texto, y las leyes y las sentencias llevan siendo accesibles para todos desde hace siglos (salvo en tiempos de represión conocidos por todos). Y lo dicho en #7, aunque Twitter puede dar voz al protagonista de la noticia, en algunos casos genera un "exceso de versiones" que dificulta llegar a ninguna conclusión.
#12 Respondes por responder. A menos que creas que nadie iba a presentar una instancia al juzgado para solicitar una sentencia y esperar meses por ella significa "tener acceso"
Lo que no se puede manipular es la fuente a la que consultas.
#9 También tienes que desechar gran cantidad de rumores y noticias falsas, por lo que el trabajo es mucho mayor. Has de invertir mucho más tiempo en contrastrar todas las distintas opciones.
#3 Sí que es más fácil, porque ahora si tienes dudas sobre lo que ha dicho una persona puedes buscar el vídeo, o sobre una ley o una sentencia te las puedes bajar íntegras. Y en muchas ocasiones no tienes más que mirar el tweeter de alguien para saber su versión.
Cierto que también presupone que tienes unos conocimientos mínimos, que también puedes adquirir online.
#4 No lo es. Todos sabemos (o deberíamos saber) identificar la fuente y los hechos narrados en una información. El formato, los recursos técnicos, el propio tono o el enfoque ideológico es parafernalia a parte, pura construcción periodística, pero uno debería ser capaz de darle relevancia y credibilidad a la información en función a eso: ¿saber quién dice qué? La policía está investigando... un cargo cercano al gobierno filtra qué... la vecina decía que siempre sonreía... ¿Te parece poco? Busca otros medios, a ver ¿a qué fuentes recurren para la misma noticia? ¿qué información adicional suministran? Si esas preguntas, de partida, no se ven con claridad, ahí hay poco que rascar.
Hay dejadez social en la información, la había cuando el medio era el papel, y a la era digital hemos llegado siendo analfabetos en este campo, lo mismo con el lenguaje audiovisual, para ahora nacer con pantallas en las manos.
#1 También es muchísimo más fácil crear o difundir un bulo. Para cuando llega por ahí la noticia real, la patraña ya ha dado tantas vueltas que es más aceptada que la verdad.
Claro que sí. Pero ahora, en la era de las comunicaciones, cualquiera puede difundirlos y engañar a gran cantidad de personas. Llegamos a ridículos como que políticos propongan investigar los "chemtrails" y tonterías así.
Comentarios
Pues sí. De hecho, ahora es más fácil contrastar la información.
#1 Cantidad y accesibilidad no implican calidad. No hay más que ver el seguimiento de cualquier evento en Twitter.
Yo diría que es mucho más difícil contrastar la información.
#3 Imagina lo que podía hacer un vecino de Valdemoro o Calahorra hace 100 años para contrastar un rumor de otra ciudad.
#5 Más o menos lo mismo que ahora, consultar la fuente del hecho o lo más cercano a ella. Antes tenía que acercarse físicamente, ahora se conforma con lo que le diga alguien online. "Alguien" de los miles de personas hablando de ello desde todas las perspectivas posibles y sin información de primera mano.
#7 Bueno, yo me reitero. Creo que alguien que de verdad desea buscar información veraz tiene más oportunidades ahora que en la era preInternet.
#9 Entendido. Solo discrepo en lo de "más oportunidades". Aunque ciertamente las comunicaciones han mejorado, la duplicidad y el ruido que se genera en Internet hace más difícil la búsqueda de información de calidad, en consecuencia generando "menos oportunidades" para encontrar información veraz (a costa de encontrar fácilmente información errónea).
#13 Los vídeos se manipulan de la misma manera que cualquier texto, y las leyes y las sentencias llevan siendo accesibles para todos desde hace siglos (salvo en tiempos de represión conocidos por todos). Y lo dicho en #7, aunque Twitter puede dar voz al protagonista de la noticia, en algunos casos genera un "exceso de versiones" que dificulta llegar a ninguna conclusión.
#12 Respondes por responder. A menos que creas que nadie iba a presentar una instancia al juzgado para solicitar una sentencia y esperar meses por ella significa "tener acceso"
Lo que no se puede manipular es la fuente a la que consultas.
#9 También tienes que desechar gran cantidad de rumores y noticias falsas, por lo que el trabajo es mucho mayor. Has de invertir mucho más tiempo en contrastrar todas las distintas opciones.
#3 Sí que es más fácil, porque ahora si tienes dudas sobre lo que ha dicho una persona puedes buscar el vídeo, o sobre una ley o una sentencia te las puedes bajar íntegras. Y en muchas ocasiones no tienes más que mirar el tweeter de alguien para saber su versión.
Cierto que también presupone que tienes unos conocimientos mínimos, que también puedes adquirir online.
#1 No. Ahora es más fácil difundir un bulo y muchos más dificil contrastarlo o al menos difundir el desmentido.
Ahora hay cajas de resonancia mucho más grandes y siempre vas a encontrar algo que refrende tus prejuicios.
#4 No lo es. Todos sabemos (o deberíamos saber) identificar la fuente y los hechos narrados en una información. El formato, los recursos técnicos, el propio tono o el enfoque ideológico es parafernalia a parte, pura construcción periodística, pero uno debería ser capaz de darle relevancia y credibilidad a la información en función a eso: ¿saber quién dice qué? La policía está investigando... un cargo cercano al gobierno filtra qué... la vecina decía que siempre sonreía... ¿Te parece poco? Busca otros medios, a ver ¿a qué fuentes recurren para la misma noticia? ¿qué información adicional suministran? Si esas preguntas, de partida, no se ven con claridad, ahí hay poco que rascar.
Hay dejadez social en la información, la había cuando el medio era el papel, y a la era digital hemos llegado siendo analfabetos en este campo, lo mismo con el lenguaje audiovisual, para ahora nacer con pantallas en las manos.
#1 También es muchísimo más fácil crear o difundir un bulo. Para cuando llega por ahí la noticia real, la patraña ya ha dado tantas vueltas que es más aceptada que la verdad.
#1 Por cierto, relacionada: El "Niño Polla" engañó a todos en las redes, hasta una exsenadora peronista
El "Niño Polla" engañó a todos en las re...
diariojornada.com.arClaro que sí. Pero ahora, en la era de las comunicaciones, cualquiera puede difundirlos y engañar a gran cantidad de personas. Llegamos a ridículos como que políticos propongan investigar los "chemtrails" y tonterías así.
¡Anda que no habré contado yo unos cuantos!
Nada nuevo bajo el sol. Pero si le ponemos el nombre en inglés entonces parece algo novedoso.