Hace 5 años | Por A_D a elindependiente.com
Publicado hace 5 años por A_D a elindependiente.com

El brigadista yugoslavo, Čedo Kapor, se enamoró de un libro de dibujos de SIM en 1938. Pese a los años no se olvidó del volumen y no paró hasta dar con él. Kapor, que había estudiado diseño gráfico en Belgrado y era especialista en todo lo relativo al mundo gráfico y a la impresión, se enamoró de aquel libro que contenía sus dos pasiones: las artes gráficas y la lucha obrera. La misma unión por la que, tras un año en la cárcel en Belgrado por su filiación comunista, falsificó los sellos de hasta 150 pasaportes con los que él y sus compatriotas.

Comentarios

D

Ayer vi está noticia, no sé porque no la menee, es buenísima.

A_D

#1 Estoy de acuerdo contigo, me ha dejado bastante fascinado

Jokessoℝ

Los comunistas tienen una extraña tendencia a dejarse matar en todas las guerras que emprenden y que siempre pierden. Y después le echan la culpa a lo malos q eran los otros.Victimistas profesionales.Lloronas.

leporcine

#3 Unos profesionales del rencor.