Y no sólo a los que dejan la caca. También a los que, después de que el perro se te echa encima, todavía tienen la desfachatez de decir que "no hace nada" y encararse contigo si les llamas la atención.
Lo que hace falta es más educación y más civismo. Multas de manera puntual, sobretodo en la reincidencia, pero si pensaramos un poquito más en los demás, nos iría a todos mejor en el mundo.
He visto a un auténtico hijoputa que lleva al perro en coche a un terreno entre dos casas (del que salen dos escaleras que mucha gente usamos para ahorrarnos media ciudad) para que cague ahí. Luego lo vuelve a subir al coche y se van.
Ya sé que el perro es el que menos culpa tiene los dos, pero más de una vez me han entrado ganas de dar una pequeña patada (empujón más bien) al perro y dos ostias bien dadas al dueño.
El cochino de mi vecino trae a su perro a cagar y mear en la puerta de mi oficina. Alguna vez que le he dicho algo me ha soltado un "ve a quejarte al ayuntamiento".
Comentarios
Muchas, en mi barrio hay muchas cacas de perro porque hay mucha gente que son unos cerdos.
Corregida la ortografía del titular.
Más multas es lo que hace falta.
Y no sólo a los que dejan la caca. También a los que, después de que el perro se te echa encima, todavía tienen la desfachatez de decir que "no hace nada" y encararse contigo si les llamas la atención.
Yo la llamaría Caca de dueño más bien
#0 Diselo al dueño del animal que es el que lo tiene que recoger, no a nosotros.
Lo que hace falta es más educación y más civismo. Multas de manera puntual, sobretodo en la reincidencia, pero si pensaramos un poquito más en los demás, nos iría a todos mejor en el mundo.
Cogido con pinzas el titular ¿no?
He visto a un auténtico hijoputa que lleva al perro en coche a un terreno entre dos casas (del que salen dos escaleras que mucha gente usamos para ahorrarnos media ciudad) para que cague ahí. Luego lo vuelve a subir al coche y se van.
Ya sé que el perro es el que menos culpa tiene los dos, pero más de una vez me han entrado ganas de dar una pequeña patada (empujón más bien) al perro y dos ostias bien dadas al dueño.
El cochino de mi vecino trae a su perro a cagar y mear en la puerta de mi oficina. Alguna vez que le he dicho algo me ha soltado un "ve a quejarte al ayuntamiento".
Muy triste.