Después de ser derrotado en el campo de batalla por su hermano Enrique de Trastámara, el mercenario Guesclin engañó a Pedro I y logró que fuera al campamento de Enrique. Una vez en el campamento, Enrique salió a su encuentro alto tenso: «¿Dónde está ese judío hideputa?». A lo que respondió el rey legítimo «¡El hideputa seréis vos, pues yo soy hijo legítimo del buen rey Alfonso!».
Lo de "ni quito ni pongo rey" es una frase muy dudosa, cuya atribución más temprana la da el licenciado Bartolomé Sagrario de Molina en 1550, quien la pone en boca de Fernán Pérez de Andrade
Descubrí hace poco que cuando estaban en tregua los contendientes de la guerra de los Cien Años, venian a luchar a Hispania; los Caballeros Blancos franceses apoyando a Enrique y los ingleses a Pedro.
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Lo de "ni quito ni pongo rey" es una frase muy dudosa, cuya atribución más temprana la da el licenciado Bartolomé Sagrario de Molina en 1550, quien la pone en boca de Fernán Pérez de Andrade
Don Pedro I el justiciero. Enrique de Trastámara era un bastardo, como Harry.
Una pena que el castillo de la estrella sea una pila de escombros.
Descubrí hace poco que cuando estaban en tregua los contendientes de la guerra de los Cien Años, venian a luchar a Hispania; los Caballeros Blancos franceses apoyando a Enrique y los ingleses a Pedro.