Hace 6 años | Por Quinqui a revistavanityfair.es
Publicado hace 6 años por Quinqui a revistavanityfair.es

A sus 43 años, María Jesús Marhuenda fundó la revista Jot Down porque quería salir de casa, donde vivía encerrada debido a su agorafobia, y no volverse loca. Como eso no quería explicarlo, para dirigirla, creó un personaje: Mar de Marchis, una abogada de 30 años y orígenes italianos.

Comentarios

yemeth

El nido de rancio-modernuquis más puagh de los últimos años.

Independientemente de que le haya venido mejor o peor mentalmente a esta señora.

Lamercillo

#4 Pues los artículos de deportes me parecen de lo mejor que hay, sobretodo comparando con el nivel medio del periodismo deportivo español.

CerdoJusticiero

Otra enternecedora historia de superación que demuestra que teniendo una buena idea, tesón, facilidad para inventarte cosas y sobre todo una pequeña fortuna familiar, cualquier cosa está a tu alcance.

Endor_Fino

#3 No te liaste solo, a mí me ha pasado lo mismo. La forma de la redacción da lugar a esa malinterpretación

Wayfarer

¿Se apellida Marhuenda? ¿Será familia del otro Marhuenda? tinfoil

D

#4 #8 no, en realidad es: todo lo que no salga de vuestras geniales mentes es peor.

x

Para ser la fiesta fundadora de Jot Down, vaya entrevista más corta.

Si la hubiera hecho en JD, ni el Silmarillion, oigan.

gnomolesten

#10 Estaba en una mesita de cristal de su salón, dispuesto en forma de rayitas. Pero despareció antes de que nadie pudiera verlo.

Mister_Lala

“Un día, no recuerdo cuándo ni por qué, conseguí salir de casa”, me cuenta Mar. Mira, hija, si no quieres contarlo, no lo cuentes, pero no me digas que no te acuerdas.

F

Hay Jot Down, hay meneo.

txusmah

Me recuerda a un caso de una planta de molienda, secado y refinado de posos de café de bar. Unos camiones pasaban cada noche por cada var de una localidad de Cádiz y recogían las bolsas verdes llenas de café usado y molido. Luego lo pasaban por un proceso industrial sencillo pero bien pensado. Lo hacían en el garaje del "empresario". Conseguían un polvo fino fino que luego vendían a 50 euros el kg como polvos de talco para negros. El empresario resultó no ser otro que el mismísimo Albert Einstein.

mauser_c96

#4 Tu eres más de Vice

Paracelso

#6 ¿eh?, no he entendido nada, supongo que era un comentario sarcástico y estaré perdiéndome algo porque no se como has hilado Einstein con el café y con Cádiz.

BodyOfCrime

#11 Cerdo heteropatriarcal!

d

#17 yo suelo leer los articulos sobre deporte y musica, me suelen gustar la mayoria de los que leo.

pedrobotero

Tiene 43 o 49 años?

Vale, me lie yo solo

Anabeljd

#18 Licencia poética lo llaman. No es lo mismo: "en un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme"que: "no me acuerdo del nombre del pueblucho". Pues esta igual: no querría poner tuve un apretón y me había quedado sin papel higiénico.

D

#4 no es verdad playground es mucho peor

Hipatya

#6 Dónde estaba el talco?