Las ciudades analizadas han sido Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia, Palma, Bilbao, Córdoba, Valladolid, A Coruña, Granada, Oviedo y Pamplona. El examen lo han suspendido todas las ciudades, pese a que en los últimos años ha venido reduciéndose progresivamente la presencia de este contaminante en el aire por la renovación paulatina del parque de automóviles y del mayor peso de los de gasolina sobre los diésel.