Tras el golpe de Estado, el nuevo régimen necesitaba reconstruir no sólo la política, sino también la moral y el alma de la nación. En ese contexto, la psiquiatría se afianzó como un saber capaz de ordenar las conductas, normalizar los cuerpos y corregir las mentes de una generación de españoles y españolas que habían sido "contaminadas" por la ideología republicana. En los primeros años del régimen, se reorganizó todo el sistema de salud mental. Se crearon asociaciones, congresos, cátedras y revistas que presentaban la psiquiatría...