«Nada estimula tanto el cerebro como jugar, porque nuestra especie está diseñada para jugar durante toda la vida. Lo contrario al juego no es el trabajo, es la depresión». Esta es una sentencia de Stuart Brown, médico, psiquiatra e investigador clínico pionero en la investigación sobre los beneficios del juego en adultos. Autor también de un libro que tiene un título muy elocuente: Play: How it Shapes the Brain, Opens the Imagination, and Invigorates the Soul (Jugar: como transforma el cerebro, amplía la imaginación y fortalece el alma).