En el campo de la ciencia cognitiva, existe una razón importante para estudiar a los elefantes: evitar el antropocentrismo.
La mayor parte de la investigación sobre cognición animal se ha concentrado en especies filogenéticamente cercanas a los humanos, como otros primates. Pero cada vez más estudios se realizan, de manera ecológicamente válida, con otros mamíferos, animales domésticos, reptiles, aves, peces e, incluso, invertebrados.