La Universidad de Texas revela que disminuir aerosoles atmosféricos (que forman la neblina urbana) tienen un efecto térmico mayor de lo esperado. En zonas densamente pobladas, pueden ser hasta 2,5 veces más determinantes que gases de efecto invernadero en la intensificación del calor extremo, al actuar como escudo solar temporal, reflejando parte de la radiación entrante. De vida corta y efecto local, al reducirlos, beneficios en la salud son casi inmediatos, pero el impacto térmico también.
- Paper:
dx.doi.org/10.1088/1748-9326/addee0