Hay cosas que apenas cambian en milenios, como el crimen organizado. El cambio está en las capas externas, las apariencias, la ropa, la tecnología, pero en esencia son lo mismo, ya sea en la Roma del césar Tiberio, en la Sevilla aurisecular, o en la Sicilia de 1920. El crimen tiende a la organización como estrategia evolutiva de supervivencia, siendo mejor la colaboración que la competición cuando las fuerzas a las que te opones son abrumadoramente superioras. De igual manera, la organización tiende al crimen si no hay mecanismos que …