#53
1. Entre 1800 y 1900 no había bancos centrales y regía el patrón oro: otra economía, difícilmente comparable a la actual.
2. No fue una deflación “tranquila”: hubo pánicos financieros (1873, 1893), quiebras bancarias, paro elevado y protestas agrarias porque las deudas se volvían más pesadas.
3. EE. UU. se convirtió en potencia no por la deflación, sino por la industrialización, la expansión territorial, la inmigración y sus enormes recursos naturales.
4. Si miramos experiencias más recientes, la “Golden Age” (1945–1973) mostró décadas de crecimiento sostenido, pleno empleo e inflación moderada, con bancos centrales ya en marcha.
Cierre: La lección es clara: una inflación baja pero positiva suele ser señal de una economía sana que crece y reparte mejor.
#44 Activar la economía crea empleo y riqueza, y una inflación moderada es solo un efecto secundario del crecimiento. El paro y la desigualdad son mucho más dañinos que unos precios que suben un poco.
¿Por qué preocupa tanto la inflación a los bancos centrales? ¿Y por qué no nos preguntamos igual por el paro, la precariedad o la desigualdad?
A riesgo de sonar impopular, creo que con la obsesión por contener la inflación nos han vendido un relato que no siempre juega a favor de las mayorías. La inflación perjudica sobre todo a los grandes ahorradores y a quienes tienen capital inmovilizado —como bancos y grandes fortunas—, porque reduce el valor real de su dinero. Por eso les interesa frenarla a toda costa.
En cambio, para la mayoría trabajadora, una inflación moderada (en torno al 4-5%) no es necesariamente negativa. En ese escenario, los salarios tienden a ajustarse al alza con el tiempo, y las deudas —como la hipoteca— se vuelven más llevaderas en términos reales. Es decir, el peso de lo que debes se reduce más rápido de lo que crece tu salario.
Claro, esto no vale para todos. Si no te suben el sueldo, o si estás en una posición precaria, la inflación también te golpea fuerte. Pero en general, una inflación ligera actúa como una especie de impuesto indirecto al capital acumulado y como cierto alivio para quienes viven de su trabajo.
“El capitalismo funciona… siempre que el Estado lo rescate y lo regule.”
1. Decir que el capitalismo “sacó de la pobreza” es confundir correlación con causalidad. Gran parte del crecimiento en los países ricos se levantó sobre la explotación de los pobres y sus recursos. No es que el capitalismo regalara prosperidad, es que primero generó desigualdad estructural y luego la maquilló en algunos lugares.
2. El problema de fondo no es la globalización en abstracto, sino que fue diseñada por las élites para abrir mercados, debilitar regulaciones y facilitar la fuga de capitales. La consecuencia lógica es la concentración de riqueza que vemos hoy. La salida no pasa por cerrarnos, sino por reglas claras e internacionales que reduzcan la brecha entre ricos y pobres.
3. Sobre pensiones y gasto público: dinero se crea todos los días, sobre todo en la banca privada, y nadie habla de “devaluación”. La diferencia es qué se financia: rescates bancarios o derechos sociales. Lo decisivo no es la emisión monetaria, sino qué recursos materiales destinamos a una vida digna para todos.
4. Y sí, la época más próspera del capitalismo fue cuando hubo fuertes regulaciones y redistribución, entre los años 30 y 70. Desde el giro neoliberal, los ricos se dispararon y las mayorías se estancaron. El problema nunca fue la falta de recursos, sino cómo se reparten.
problema nunca fue la falta de recursos, sino cómo se reparten.
#29 Te entiendo, a mí también me pasa muchas veces que lo que quiero decir no
termina saliendo tan claro. En el fondo, tu mensaje se entendió bien y comparto
lo que planteas: condenar un genocidio o invertir en investigación no debería
ser "de izquierdas" o "de derechas", sino simplemente algo humano.
Creo que mi comentario anterior sonó más crítico de lo que quería . Con tu
explicación me doy cuenta de que coincidimos bastante. Yo también pensaba que
al final todos queremos lo mismo —una buena educación, que te atiendan bien en
el hospital, que no haya delincuencia—. Pero lo que descubrí hablando con
amigos de derechas es que sí, quieren eso… pero solo le importa para ellos.
La diferencia está ahí: la izquierda lo piensa para todos, la derecha para los
suyos. Que no haya delincuencia en mi barrio, o que el hospital que me toca esté bien.
Gracias por la aclaración, me ayudó a ordenar la idea .
#42 Totalmente de acuerdo. La economía ortodoxa se repite en universidades y
medios, pese a sus incongruencias.
Gracias a economistas como Garzón he conocido la Teoría Monetaria Moderna,
que da otra lectura a medidas como los aranceles.
El problema en Europa es que las ayudas han acabado en manos de élites:
rescates bancarios o las subvenciones de la PAC para grandes terratenientes,
más que en fortalecer la sociedad o la industria pública.
Pues claro que los aranceles funcionan; son una herramienta más de la que dispone un gobierno. Ejemplos históricos hay miles. Bien aplicados, pueden fomentar la industria interna —como los aranceles que protegieron al textil y al algodón en Estados Unidos en el siglo XIX, consolidando su industria manufacturera frente a Europa—. Pero mal utilizados pueden hundir la economía global: el crack del 29 lo demuestra, con la Ley Smoot-Hawley y la guerra arancelaria que debilitó aún más a las economías.
Lo de Trump, que por ahí van los tiros, recuerda más bien a lo segundo.
No estoy de acuerdo con el señor Francisco. Históricamente, la gran mayoría de las políticas sociales han sido impulsadas desde la izquierda. La derecha solo las ha adoptado de forma puntual, casi siempre por motivos de paternalismo o conservadurismo, lo que refuerza que no forman parte de su eje central.
En cuanto a la investigación, ocurre algo similar: la derecha suele interesarse en ella únicamente cuando se traduce en réditos económicos inmediatos o cuando le afecta directamente. Y cuanto más se trata de investigación básica, más se evidencia esta falta de interés, porque ahí el rédito no es inmediato y terminan despreciándola.
#78 Producimos más que nunca en la historia y el PIB por persona ha crecido en todos los países. Así que recursos hay, la cuestión es cómo se distribuyen. Las pensiones se pagan en euros, de los que Europa es soberana, y siempre se pueden financiar. Lo que está en juego no es la viabilidad técnica, sino si permitimos que unos pocos se queden con la mayor parte del pastel. Y conviene recordar que trabajar hasta morir fue la norma durante siglos, hasta que el estado del bienestar lo cambió. Son precisamente las políticas neoliberales las que amenazan con devolvernos a ese pasado.
#6 Ojalá fuese así, como nos enseñaron en el colegio. Pero la historia muestra otra cosa: los cambios suelen venir de la lucha colectiva, de millonarios comprando voluntades o de unos pocos militares imponiéndose en nombre de millones.
#29
Me he puesto a jugar un poco con tus datos, y aunque son pocos he hecho un rápido análisis.
Ya a simple vista se ve que no hay una relación clara entre inmigración y homicidios. Cada país está en su sitio sin seguir un patrón, y además Andorra es una excepción enorme: con una inmigración altísima que distorsiona cualquier cálculo.
Cuando lo miramos con estadísticas:
- Con todos los países → Pearson = 0.341 (p=0.305), lo que sería una correlación débil positiva pero no significativa.
- Quitando Andorra → Pearson = -0.485 (p=0.155), ahora da una correlación negativa moderada, pero tampoco significativa.
En resumen: no podemos concluir que exista ninguna relación real entre inmigración y homicidios en este conjunto de datos.
Así que, al menos con esta información, se puede decir que la narrativa de la ultraderecha que asocia inmigración con criminalidad no se sustenta en la realidad
#2 Además, también se me ocurre que es una limpieza de cara, para dulcificar la imagen del ejército y que la población lo acepte con menos rechazo.
¿No hacían las Juventudes Hitlerianas cosas parecidas?
#8 Pero es que ese es el trabajo de un periodista: hacer preguntas relevantes, incluso incómodas, y evidenciar contradicciones si las hay. No están ahí para hacerle un publirreportaje. Si Musk quería solo hablar de cohetes sin que nadie le cuestione nada, tiene dinero de sobra para montarse su propia pieza promocional. Pero si acepta una entrevista periodística, lo normal es que le pregunten también por temas polémicos o relevantes para la opinión pública.
#226 Ok gracias por la aclaración.
Por cierto muchas gracias por el link al PDF del servicio público. Siempre veo la gráfica en un blog que sigo y pensaba que era de su autoría, y prefiero ir a la fuente original.
#6 El interanual no ha descendido, se ha desacelerado que es distinto, es decir hay más parados que el año pasado pero el ritmo de destrucción de empleo se ha ralentizado.
Aun así es una buena noticia, y esperemos que se siga contratando.
#3 Cuando me fui a empadronar en el ayuntamiento me dijeron que la ley no reconoce el alquiler de habitaciones para particulares. Los únicos que pueden "alquilar habitaciones" son hoteles, hostales, pensiones, etc.
Por lo que supongo que en el momento de "alquilar la habitación" ante la ley tu estás alquilando todo el piso, por lo que el cambio de cerradura si que sería un allanamiento de morada
#1 Perdona conozco personas de esta organización, y he podido leer sus reivindicaciones. Lo que piden no es más que la paridad de las dos lenguas, ya que hoy en día las comunidades se dedican a pisotear los derechos de las personas que quieren usar el castellano e intentan implantar casi a la fuerza la lengua cooficial local.
Antes de criticar un grupo se debería conocer lo que reivindican.
1. Entre 1800 y 1900 no había bancos centrales y regía el patrón oro: otra economía, difícilmente comparable a la actual.
2. No fue una deflación “tranquila”: hubo pánicos financieros (1873, 1893), quiebras bancarias, paro elevado y protestas agrarias porque las deudas se volvían más pesadas.
3. EE. UU. se convirtió en potencia no por la deflación, sino por la industrialización, la expansión territorial, la inmigración y sus enormes recursos naturales.
4. Si miramos experiencias más recientes, la “Golden Age” (1945–1973) mostró décadas de crecimiento sostenido, pleno empleo e inflación moderada, con bancos centrales ya en marcha.
Cierre: La lección es clara: una inflación baja pero positiva suele ser señal de una economía sana que crece y reparte mejor.