Hace 4 años | Por japego a lavanguardia.com
Publicado hace 4 años por japego a lavanguardia.com

El Monte Vesubio entró en erupción en el año 79, dejando calcinadas las ciudades de Pompeya y Herculano y destruyendo uno de los bienes más preciados para los romanos: su biblioteca de pergaminos. Estos frágiles documentos han logrado conservarse durante años, pero la pérdida de flexibilidad impide que puedan abrirse.

Comentarios

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"podrían"

Yo estoy seguro de que se conseguirá, los átomos están ahí, pero el problema es que es complicad y cada poco sale una noticia en condicional, no una en futuro o mejor, en pasado.

Como curiosidad, los rayos X que usan tienen casi tanta energía que podrías hacer electrones con ellos.

D

Entonces hay esperanza para mis climax del 92.

Ajusticiator

Me parece algo así como justicia kármica de la que hace falta que algo tan poco valorado como la conservación dé tantos frutos después de todo este tiempo con unos pergaminos que, por los medios de su tiempo, no parecían tener el valor con el que se crearon.

Ojalá con el paso del tiempo se pueda dar un mejor uso al patrimonio histórico gracias a la tecnología.

patxi_pues

En cuanto al contenido de los rollos, el profesor adelanta que la mayoría de los escritos abiertos son filosofía griega en torno al epicureísmo, que era una filosofía predominante de la época, pero que existe la posibilidad de que también contengan textos latinos.

Esperemos que sea asi, y no una nueva receta del garum.

Buena noticia.

kwisatz_haderach

#5 Oiga, un respeto al Garum! lol, a mi me parece una pasada que de los estudios romanos uno de los temas mas discutidos, con tesis doctorales incluidas y un monton de gente currando en ello sea la receta del dichoso Garum lol

patxi_pues

#6 También es verdad! Me medio-retracto. roll

amanecequenoespoco

#5 pues no estaría mal conseguir más recetas, la mayoría de las que hay son mucho más tardías

amanecequenoespoco

#9 De re coquinaria (Sobre materia de cocina) es un recetario en latín.

Esta obra se atribuye a un autor romano llamado Marco Gavio Apicio, que vivió en el siglo I, durante el reinado de Tiberio, pero en realidad se trata de una obra del siglo IV o V.