Hacían gracia cuando se dedicaban al Chupacabras, la güija o las caras de Bélmez, pero desde hace tiempo esa mezcla de sensacionalismo y trolas está entrando en temas serios que afectan a la salud y el futuro de todos: enredando con las vacunas, malmetiendo con la emergencia climática y también, caretas fuera, con la política (adivinen hacia qué lado).
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