Hace 9 años | Por --469757-- a media.cat
Publicado hace 9 años por --469757-- a media.cat

Después de la extensa cobertura que tuvo el atentado yihadista contra turistas en Túnez la semana pasada, sorprende el desinterés con que los medios han tomado el inicio de una nueva guerra en Yemen, con la implicación internacional a gran escala lo que hasta ahora había sido un conflicto más o menos interno. TRADUCCIÓN: #1

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TRADUCCIÓN

La noticia siquiera ha llegado a la portada de El País -que además le niega el calificativo de "guerra", - tampoco se encuentra en la portada web de TVE y en la mayoría de los casos, los medios se han limitado a reproducir breves teletipos de agencia. En cambio, artículos de análisis como este han sido la excepción a los medios generalistas.

Además, el discurso mediático ha sido bastante plano, limitándose a explicar a grandes rasgos que "los rebeldes Houthi han ocupado la mayor parte del país" y que Arabia Saudí y sus aliados han intervenido para "frenar el aumento de la influencia iraní en la región ". Un movimiento que puede generar "más inestabilidad y violencia". Una información básica pero normal teniendo en cuenta el poco espacio destinado al tema

Yemen es un país lejano y poco cubierto informativamente, pero hay razones por las que los medios podrían tomarse más en serio el tema y tratar de acercarse un poco más a las complejidades políticas y sociales de Oriente Próximo.

Durante años se ha repetido como un mantra los peligros de Al Qaeda, organización presentada como la encarnación del mal absoluto, hasta que en los últimos meses este papel lo ha cogido el Estado Islámico. Tanto una como otra organización han sido reducidas a casi caricaturas, informando de forma escandalosa -ya menudo de forma banal o falsa- mientras quedaban para explicar algunas de las cuestiones más relevantes, como las fuentes de armamento y financiación o los aliados.

Esta simplificación ha quedado más al descubierto con los hechos de Yemen. El país hace años que se encuentra parcialmente controlada por Al Qaeda -su rama yemení fue precisamente quien reivindicó el atentado contra Charlie Hebdo- y por este motivo los EEUU han realizado decenas de bombardeos con drones.



Pero en cambio, las primeras muestras de preocupación de los países de la región y la primera intervención militar a gran escala se produce precisamente contra los Houthi, los enemigos más feroces de Al Qaeda.

Así, nos encontramos con un mapa regional donde EEUU ayudan a Arabia Saudita a combatir los Houthi aliados de Irán y enemigos de Al Qaeda en Yemen. Pero estos mismos EE.UU. colaboran con Irán a frenar el Estado Islámico en Irak y se niegan a ayudar al gobierno sirio, aliado de Irán, a combatir contra el mismo enemigo. Al mismo tiempo, Turquía, aliada de EEUU y miembro de la OTAN, boicotea los kurdos sirios que se defienden del Estado Islámico. Paralelamente, Qatar y Arabia Saudita, enfrentadas por su posición respecto a los Hermanos Musulmanes egipcios, colaboran en su ataque contra el Yemen, acción que cuenta precisamente con la ayuda egipcia.

Y a todo esto habría que sumar los actores palestinos, Israel, Hezbollah, los rebeldes sirios o los diferentes grupos que pugnan por el control de la desintegrada Libia.

Un mapa regional complejo y donde todos los actores implicados parecen actuar en una guerra de todos contra todos, con alianzas cambiantes ya menudo contrapuestas y donde los intereses serían la única motivación. Un reto para el periodismo que requeriría tal vez un poco más de espacio y rigor, más empatía con la gente que sufre y menos historias de buenos y malos.

RubiaDereBote

#1 Lo que sucede en Yemen no puede ser calificado de guerra. Es terrorismo islámico.

D

#2 No amigo, en este caso #0 tiene razón con este envío. Lo que sucede en Yemen es más bien una guerra civil con muchos bandos implicados.

RubiaDereBote

#3 Tú si que no tienes razón, yo no soy tu amigo.

D

#4 Ok, disculpa, era una forma de hablar. Hasta luego.

D

ni va a ser portada en meneame...