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#1:
es que hijos de puta, hay muchos ya
#4:
Ya me imagino a Pepe Reina en la celebración de la próxima eurocopa...
"¡Camarero! ¿qué? ¡camarero! ¿qué?
¡Una de Hijoputa! ¿¿¿Una de Hijoputa???"
"¡Camarero! ¿qué? ¡camarero! ¿qué?
¡Una de Hijoputa! ¿¿¿Una de Hijoputa???"
#19:
La industria del papel de fumar ha mostrado su total apoyo a esta medida.
#7:
A mi me ofende más este otro: http://www.minibottlelibrary.com/mbl/alpha/presidente-don-manuel/
#55:
Hablando de hijoputa ... me acorde de este chiste
Estaba sentado el otro día delante de mi ordenador cuando me acordé que tenía que llamar por teléfono a un compañero. Descolgué el auricular y marqué el número de memoria. Me contestó un tipo con muy mal humor diciendo:
- ¿Qué quiere?
- Soy Ignacio Martínez, ¿podría hablar con Roberto Espárrago? – dije amablemente.
- Te has equivocado, gilipollas – me respondió y acto seguido colgó.
No daba crédito a lo que me estaba ocurriendo. Cogí mi agenda para buscar el número de mi compañero y comprobé que, efectivamente, me había equivocado. Pero como aún recordaba el número “erróneo” que había marcado anteriormente, decidí volver a llamar a aquel tipo y cuando me cogió el teléfono no esperé a que contestase y le dije:
- Eres un hijoputa – y colgué rápidamente.
Inmediatamente apunté aquel número en mi agenda junto a la palabra “hijoputa”.
Cada dos o tres semanas, cada vez que estaba cabreado (porque me llegaba una letra inesperada, o un aviso de multa, o discutía con mi mujer, o alguna situación por el estilo) volvía a llamarlo y sin dejarle contestar le decía:
- Eres un hijoputa.
Esto me servía de algún modo como terapia y me hacía sentirme mucho más relajado. Unos meses después, la maldita Telefónica introdujo el servicio de identificación de llamadas, lo cual me deprimió un poco porque tuve que dejar de llamar al “hijoputa”. Pero de repente, un día se me ocurrió una idea: marqué su número de teléfono y cuando escuché su voz le dije:
- Hola, le llamo del departamento de ventas de Telefónica para ver si conoce nuestro servicio de identificación de llamadas.
- No. – me dijo el tío grosero, y me colgó el teléfono.
Rápidamente lo volví a llamar y le dije:
- Eres un hijoputa.
Un mes después, estaba yo esperando con mi coche a que una anciana saliera de la plaza de aparcamiento del Hipercor. Esta lo hacía muy lentamente y cuando terminó la maniobra y me disponía yo a ocupar la plaza libre, apareció un Golf GTI negro a toda velocidad y se metió en el hueco que iba yo a ocupar. Comencé a tocar el claxon y a gritar:
- ¡Eh, oiga!, ¡Que estaba yo esperando!, ¡No puede hacer eso!.
El tipo del Golf se bajo, cerró el coche y se fue hacia el centro comercial ignorándome como si no me hubiera oído. Yo me quedé completamente frustrado y pensé: “Este tío es un hijoputa. El mundo está lleno de ellos”. Justo en ese momento vi un letrero de “SE VENDE” en el cristal de atrás del Golf. Lógicamente anoté el número y me fui a buscar otra plaza de aparcamiento.
A los dos o tres días, vi en mi agenda el número del “hijoputa” y me acordé que había anotado él numero del tipo del Golf. Inmediatamente le llamé y le dije:
- Buenos días. ¿Es usted el dueño del Golf GTI negro que se vende?
- Sí, yo mismo.
- ¿Podría decirme donde puedo ver el coche?
- Sí, por supuesto. Yo vivo en la calle de Don Ramón de la Cruz esquina con Montesa, es un bloque amarillo y el coche esta aparcado justo enfrente de la casa.
- ¿Cómo se llama usted?
- Enrique Juárez
- ¿Que hora sería la mejor para encontrarme con usted y discutir los detalles de la operación, Enrique?
- Pues yo suelo estar en casa por las noches.
- ¿Puedo decirle algo, Enrique?
- Sí, claro.
- Enrique, eres un hijoputa de la hostia – y colgué el teléfono.
Inmediatamente después de colgar anoté él numero en mi agenda al lado del otro, pero en este puse el nombre de “hijoputa II”. Ahora tenía dos “hijoputas” para llamar y así estuve durante dos o tres meses, llamando ahora a uno, ahora a otro; hasta que comenzaba a aburrirme un poco. Me puse a pensar en serio sobre como resolver este problemilla y al cabo de un par de whiskies se me ocurrió algo. Primero llamé al “hijoputa I”:
- Dígame.
- Hola hijoputa – pero esta vez no colgué.
- ¿Estas ahí todavía, verdad, cabrón?
- Si, hijoputa.
- Deja ya de llamarme o…
- Noooooo.
- Si supiera quien eres te rompía la boca – me dijo.
- Me llamo Enrique Juárez y si tienes cojones vienes a buscarme. Vivo en la calle Don Ramón de la Cruz esquina Montesa, en un bloque amarillo, justo en la puerta donde hay aparcado un Golf GTI negro, so hijoputa.
- ¡¡¡Ahora mismo voy para allá!!! Tu sí que eres un hijoputa y ya puedes ir rezando todo lo que sepas. Te voy a majar a hostias.
- ¿Si?. ¡Que miedo me das, hijoputa! – y colgué el teléfono.
Inmediatamente llame al hijoputa II:
- Dígame.
- Hola hijoputa – y no colgué.
- Como te pille algún día…
- ¿Que me vas a hacer, hijoputa?
- Te voy a patear las tripas, pedazo de cabrón.
- ¿Sí?, Pues a ver si es verdad, hijoputa. Ahora mismo voy hacia tu casa – y colgué.
Por ultimo, cogí el teléfono y llame a la policía. Les dije que estaba en la calle Don Ramón de la Cruz esquina con Montesa y que iba a matar a mi novio homosexual en cuanto llegara a casa.
Luego hice otra llamada rápida a “Madrid directo” y les dije que iba a haber una pelea de pandillas en la calle Don Ramón de la Cruz esquina Montesa. Y entonces me monté en mi coche y me fui para allá a toda leche. Te juro que es una experiencia que nunca olvidaré. La mayor pelea que he visto en mi vida. Hasta los cámaras de Telemadrid se llevaron lo suyo.
En fin, después de esto espero que cuando te llame por teléfono me contestes en tono amable.
“Ya sabes, no es bueno que yo me irrite.”
Estaba sentado el otro día delante de mi ordenador cuando me acordé que tenía que llamar por teléfono a un compañero. Descolgué el auricular y marqué el número de memoria. Me contestó un tipo con muy mal humor diciendo:
- ¿Qué quiere?
- Soy Ignacio Martínez, ¿podría hablar con Roberto Espárrago? – dije amablemente.
- Te has equivocado, gilipollas – me respondió y acto seguido colgó.
No daba crédito a lo que me estaba ocurriendo. Cogí mi agenda para buscar el número de mi compañero y comprobé que, efectivamente, me había equivocado. Pero como aún recordaba el número “erróneo” que había marcado anteriormente, decidí volver a llamar a aquel tipo y cuando me cogió el teléfono no esperé a que contestase y le dije:
- Eres un hijoputa – y colgué rápidamente.
Inmediatamente apunté aquel número en mi agenda junto a la palabra “hijoputa”.
Cada dos o tres semanas, cada vez que estaba cabreado (porque me llegaba una letra inesperada, o un aviso de multa, o discutía con mi mujer, o alguna situación por el estilo) volvía a llamarlo y sin dejarle contestar le decía:
- Eres un hijoputa.
Esto me servía de algún modo como terapia y me hacía sentirme mucho más relajado. Unos meses después, la maldita Telefónica introdujo el servicio de identificación de llamadas, lo cual me deprimió un poco porque tuve que dejar de llamar al “hijoputa”. Pero de repente, un día se me ocurrió una idea: marqué su número de teléfono y cuando escuché su voz le dije:
- Hola, le llamo del departamento de ventas de Telefónica para ver si conoce nuestro servicio de identificación de llamadas.
- No. – me dijo el tío grosero, y me colgó el teléfono.
Rápidamente lo volví a llamar y le dije:
- Eres un hijoputa.
Un mes después, estaba yo esperando con mi coche a que una anciana saliera de la plaza de aparcamiento del Hipercor. Esta lo hacía muy lentamente y cuando terminó la maniobra y me disponía yo a ocupar la plaza libre, apareció un Golf GTI negro a toda velocidad y se metió en el hueco que iba yo a ocupar. Comencé a tocar el claxon y a gritar:
- ¡Eh, oiga!, ¡Que estaba yo esperando!, ¡No puede hacer eso!.
El tipo del Golf se bajo, cerró el coche y se fue hacia el centro comercial ignorándome como si no me hubiera oído. Yo me quedé completamente frustrado y pensé: “Este tío es un hijoputa. El mundo está lleno de ellos”. Justo en ese momento vi un letrero de “SE VENDE” en el cristal de atrás del Golf. Lógicamente anoté el número y me fui a buscar otra plaza de aparcamiento.
A los dos o tres días, vi en mi agenda el número del “hijoputa” y me acordé que había anotado él numero del tipo del Golf. Inmediatamente le llamé y le dije:
- Buenos días. ¿Es usted el dueño del Golf GTI negro que se vende?
- Sí, yo mismo.
- ¿Podría decirme donde puedo ver el coche?
- Sí, por supuesto. Yo vivo en la calle de Don Ramón de la Cruz esquina con Montesa, es un bloque amarillo y el coche esta aparcado justo enfrente de la casa.
- ¿Cómo se llama usted?
- Enrique Juárez
- ¿Que hora sería la mejor para encontrarme con usted y discutir los detalles de la operación, Enrique?
- Pues yo suelo estar en casa por las noches.
- ¿Puedo decirle algo, Enrique?
- Sí, claro.
- Enrique, eres un hijoputa de la hostia – y colgué el teléfono.
Inmediatamente después de colgar anoté él numero en mi agenda al lado del otro, pero en este puse el nombre de “hijoputa II”. Ahora tenía dos “hijoputas” para llamar y así estuve durante dos o tres meses, llamando ahora a uno, ahora a otro; hasta que comenzaba a aburrirme un poco. Me puse a pensar en serio sobre como resolver este problemilla y al cabo de un par de whiskies se me ocurrió algo. Primero llamé al “hijoputa I”:
- Dígame.
- Hola hijoputa – pero esta vez no colgué.
- ¿Estas ahí todavía, verdad, cabrón?
- Si, hijoputa.
- Deja ya de llamarme o…
- Noooooo.
- Si supiera quien eres te rompía la boca – me dijo.
- Me llamo Enrique Juárez y si tienes cojones vienes a buscarme. Vivo en la calle Don Ramón de la Cruz esquina Montesa, en un bloque amarillo, justo en la puerta donde hay aparcado un Golf GTI negro, so hijoputa.
- ¡¡¡Ahora mismo voy para allá!!! Tu sí que eres un hijoputa y ya puedes ir rezando todo lo que sepas. Te voy a majar a hostias.
- ¿Si?. ¡Que miedo me das, hijoputa! – y colgué el teléfono.
Inmediatamente llame al hijoputa II:
- Dígame.
- Hola hijoputa – y no colgué.
- Como te pille algún día…
- ¿Que me vas a hacer, hijoputa?
- Te voy a patear las tripas, pedazo de cabrón.
- ¿Sí?, Pues a ver si es verdad, hijoputa. Ahora mismo voy hacia tu casa – y colgué.
Por ultimo, cogí el teléfono y llame a la policía. Les dije que estaba en la calle Don Ramón de la Cruz esquina con Montesa y que iba a matar a mi novio homosexual en cuanto llegara a casa.
Luego hice otra llamada rápida a “Madrid directo” y les dije que iba a haber una pelea de pandillas en la calle Don Ramón de la Cruz esquina Montesa. Y entonces me monté en mi coche y me fui para allá a toda leche. Te juro que es una experiencia que nunca olvidaré. La mayor pelea que he visto en mi vida. Hasta los cámaras de Telemadrid se llevaron lo suyo.
En fin, después de esto espero que cuando te llame por teléfono me contestes en tono amable.
“Ya sabes, no es bueno que yo me irrite.”
#8:
Normal... si nombras la marca mucha gente podría darse por aludida
Además los "Europeos de bien" nunca usarían esa expresión
Además los "Europeos de bien" nunca usarían esa expresión
#12:
Poner de marca un nombre contundente es sin duda un acierto, le da personalidad al producto. Son como los célebres espárrajos Cojonudos: http://www.conservasdmarco.com/esparragos.php
Comentarios
es que hijos de puta, hay muchos ya
#1 daría confusión. Hijoputa, por tanto, es un "genérico" y no puede registrarse
La industria del papel de fumar ha mostrado su total apoyo a esta medida.
Ya me imagino a Pepe Reina en la celebración de la próxima eurocopa...
"¡Camarero! ¿qué? ¡camarero! ¿qué?
¡Una de Hijoputa! ¿¿¿Una de Hijoputa???"
A mi me ofende más este otro: http://www.minibottlelibrary.com/mbl/alpha/presidente-don-manuel/
#7 Manuel Azaña por supuesto
#7 Pero ..... ¿Lo enterraron o lo destilaron?
#11 ¿robo? Si hacen honor a la marca
Normal... si nombras la marca mucha gente podría darse por aludida
Además los "Europeos de bien" nunca usarían esa expresión
#8 Exacto, es mejor prohibirlo sólo donde no se entiende la marca. Por si acaso.
Poner de marca un nombre contundente es sin duda un acierto, le da personalidad al producto. Son como los célebres espárrajos Cojonudos: http://www.conservasdmarco.com/esparragos.php
Comunidad Europea es FASCISMO!!!
#18 Es Unión Europea
#18 que se lo digan a los chinos
Pues ya existe uno con ese nombre... http://envezdelpsiquiatra.files.wordpress.com/2009/09/licor-hijoputa.jpg
#2 Debe de ser el mismo que no podrá distribuirse por la UE.
#2 Será ese, lo que no le dejan es registrarlo en la UE como marca comunitaria (absurdo por cierto)
#2 #5 Es ese.
#2 Yo tengo una que compré en Avilés
#2 #6 Es taaaaaaaaaaaaaaan mítico ese orujo en Avilés y en Asturias en general
#6 pues el fabricante y su web se sitúan en Cantabria, empresa familiar ubicada en Maliaño de Camargo
Pues ya ves tú que la primera vez que lo ví compré una botella por la chorrada.
#30 Echa un vistazo a la foto de #2. En la etiqueta pone que es de Gijón.
#2 ¡Sabor Salvaje de los Pezones!
#2 Claro, como que se trata de ese. Y que bueno está el hijoputa, como pone en la etiqueta. Tanto el de hierbas como el de café, lo que me recuerda que hace tiempo que no pillo.
PS: Si el Hijoputa os sorprende, los "Cojones del Anticristo" ya os dejarán locos.
Hablando de hijoputa ... me acorde de este chiste
Estaba sentado el otro día delante de mi ordenador cuando me acordé que tenía que llamar por teléfono a un compañero. Descolgué el auricular y marqué el número de memoria. Me contestó un tipo con muy mal humor diciendo:
- ¿Qué quiere?
- Soy Ignacio Martínez, ¿podría hablar con Roberto Espárrago? – dije amablemente.
- Te has equivocado, gilipollas – me respondió y acto seguido colgó.
No daba crédito a lo que me estaba ocurriendo. Cogí mi agenda para buscar el número de mi compañero y comprobé que, efectivamente, me había equivocado. Pero como aún recordaba el número “erróneo” que había marcado anteriormente, decidí volver a llamar a aquel tipo y cuando me cogió el teléfono no esperé a que contestase y le dije:
- Eres un hijoputa – y colgué rápidamente.
Inmediatamente apunté aquel número en mi agenda junto a la palabra “hijoputa”.
Cada dos o tres semanas, cada vez que estaba cabreado (porque me llegaba una letra inesperada, o un aviso de multa, o discutía con mi mujer, o alguna situación por el estilo) volvía a llamarlo y sin dejarle contestar le decía:
- Eres un hijoputa.
Esto me servía de algún modo como terapia y me hacía sentirme mucho más relajado. Unos meses después, la maldita Telefónica introdujo el servicio de identificación de llamadas, lo cual me deprimió un poco porque tuve que dejar de llamar al “hijoputa”. Pero de repente, un día se me ocurrió una idea: marqué su número de teléfono y cuando escuché su voz le dije:
- Hola, le llamo del departamento de ventas de Telefónica para ver si conoce nuestro servicio de identificación de llamadas.
- No. – me dijo el tío grosero, y me colgó el teléfono.
Rápidamente lo volví a llamar y le dije:
- Eres un hijoputa.
Un mes después, estaba yo esperando con mi coche a que una anciana saliera de la plaza de aparcamiento del Hipercor. Esta lo hacía muy lentamente y cuando terminó la maniobra y me disponía yo a ocupar la plaza libre, apareció un Golf GTI negro a toda velocidad y se metió en el hueco que iba yo a ocupar. Comencé a tocar el claxon y a gritar:
- ¡Eh, oiga!, ¡Que estaba yo esperando!, ¡No puede hacer eso!.
El tipo del Golf se bajo, cerró el coche y se fue hacia el centro comercial ignorándome como si no me hubiera oído. Yo me quedé completamente frustrado y pensé: “Este tío es un hijoputa. El mundo está lleno de ellos”. Justo en ese momento vi un letrero de “SE VENDE” en el cristal de atrás del Golf. Lógicamente anoté el número y me fui a buscar otra plaza de aparcamiento.
A los dos o tres días, vi en mi agenda el número del “hijoputa” y me acordé que había anotado él numero del tipo del Golf. Inmediatamente le llamé y le dije:
- Buenos días. ¿Es usted el dueño del Golf GTI negro que se vende?
- Sí, yo mismo.
- ¿Podría decirme donde puedo ver el coche?
- Sí, por supuesto. Yo vivo en la calle de Don Ramón de la Cruz esquina con Montesa, es un bloque amarillo y el coche esta aparcado justo enfrente de la casa.
- ¿Cómo se llama usted?
- Enrique Juárez
- ¿Que hora sería la mejor para encontrarme con usted y discutir los detalles de la operación, Enrique?
- Pues yo suelo estar en casa por las noches.
- ¿Puedo decirle algo, Enrique?
- Sí, claro.
- Enrique, eres un hijoputa de la hostia – y colgué el teléfono.
Inmediatamente después de colgar anoté él numero en mi agenda al lado del otro, pero en este puse el nombre de “hijoputa II”. Ahora tenía dos “hijoputas” para llamar y así estuve durante dos o tres meses, llamando ahora a uno, ahora a otro; hasta que comenzaba a aburrirme un poco. Me puse a pensar en serio sobre como resolver este problemilla y al cabo de un par de whiskies se me ocurrió algo. Primero llamé al “hijoputa I”:
- Dígame.
- Hola hijoputa – pero esta vez no colgué.
- ¿Estas ahí todavía, verdad, cabrón?
- Si, hijoputa.
- Deja ya de llamarme o…
- Noooooo.
- Si supiera quien eres te rompía la boca – me dijo.
- Me llamo Enrique Juárez y si tienes cojones vienes a buscarme. Vivo en la calle Don Ramón de la Cruz esquina Montesa, en un bloque amarillo, justo en la puerta donde hay aparcado un Golf GTI negro, so hijoputa.
- ¡¡¡Ahora mismo voy para allá!!! Tu sí que eres un hijoputa y ya puedes ir rezando todo lo que sepas. Te voy a majar a hostias.
- ¿Si?. ¡Que miedo me das, hijoputa! – y colgué el teléfono.
Inmediatamente llame al hijoputa II:
- Dígame.
- Hola hijoputa – y no colgué.
- Como te pille algún día…
- ¿Que me vas a hacer, hijoputa?
- Te voy a patear las tripas, pedazo de cabrón.
- ¿Sí?, Pues a ver si es verdad, hijoputa. Ahora mismo voy hacia tu casa – y colgué.
Por ultimo, cogí el teléfono y llame a la policía. Les dije que estaba en la calle Don Ramón de la Cruz esquina con Montesa y que iba a matar a mi novio homosexual en cuanto llegara a casa.
Luego hice otra llamada rápida a “Madrid directo” y les dije que iba a haber una pelea de pandillas en la calle Don Ramón de la Cruz esquina Montesa. Y entonces me monté en mi coche y me fui para allá a toda leche. Te juro que es una experiencia que nunca olvidaré. La mayor pelea que he visto en mi vida. Hasta los cámaras de Telemadrid se llevaron lo suyo.
En fin, después de esto espero que cuando te llame por teléfono me contestes en tono amable.
“Ya sabes, no es bueno que yo me irrite.”
Pues que lo presenten como Joputa, que es un pez.
#27 creo que es "japuta"
Imaginad la escena:
(Cliente a voz en grito):" Camarero, ¿tienes hijoputa en la nevera?"
.....
- No señor, estan todos a ese lado de la barra
"contraria a las buenas costumbres en una parte de la Unión Europea"
WTF
en fin, si es que ...hay que decirlo mas.
Siempre hay algunos que se dan por aludidos.A ver que les parece este:
#34 Mi padre se trajo una botella de Portugal y era exactamente como en esta página:
http://ana-diaadia2.blogspot.com/2009/11/licor-de-merda.html
"E extraido a partir de diversas merdas de confiança"
Una idea para la marca:
HIJO PUT ON
Ponme un orujo hijoputa!
#25 No es lo mismo, Ponme un orujo hijoputa! que ponme un orujo, hijoputa!
Pues cuando intenten registrar el pacharán "De puta madre!!" que hacen los mismos, igual se van a echar unas risas
No entiendo... ¿¿ y qué hay de la marca "De puta madre" ??
#23 Exacto, la marca "de puta madre 69" la he visto por todas partes de Europa.
En la cena de empresa, tu jefe te pregunta si tomas algo y contestas:
-Sí, pídeme un orujo...(pausa valorativa) "hijoputa"
Mas de uno acabábamos alcoholizados
¿admiten LUMIA y no HIJOPUTA? pues están relacionados
¡¡¡Barra libre de decir "Hijo Puta" sin baneo, aprovechad el momento chicos!!!!
Estos fueron poco pr Asturies ...
¿Y cuánto dinero nos cuesta a los ciudadanos que un burrócrata (o varios) se dedique a proteger nuestros sensibles oídos?
Hijo de Puta para saludar, hijo de puta cuando quieres beber orujo, hijo de puta en plan hermandad.
La legislación sobre Patentes y Marcas prohíbe denominar a una marca comercial con un adjetivo calificativo referente a sus señorías los parlamentarios...
Va caperucita por el bosque y se encuentra con el lobo
L:¿ A dónde vás caperucita?
C: A ver a mi abuelita
L:¿Y que llevas en el cesto?
C:Llevo castañas y orujo
L: orujo orujo..... por el culo te la estrujo
Al día siguiente caperucita conociendo la picaresca del lobo y dado que tenía ciertos problemas para sentarse por culpa del dia anterior cambió el contenido de la cesta
L: Hola caperucita ¿qué llevas en el cesto?
C: Castañas y anís.
L: Anís anís......... por el culo te la estrujo.
#41 jajaja La de tiempo que hace que no recordaba ese chiste. Lo solía contar mi jefe de la vendimia cuando, almorzando, se metía una botella de vino y luego pasaba a los chupitos
Pues en A Coruña tenemos el licor de cafe Carallo
Pues yo me he ventilado un par de botellitas de éste, blanco y tinto. El nombre no me ha ofendido nada y está buenísimo. Lo recomiendo:
http://www.bebesomontano.com/es/articulo/164/vino-del-somontano-cojon-de-gato-caja-de-6-botellas.html
#35 tarde GO TO #28
#35 ¡Hay que decirlo más!
¿Y de la historia detrás del "robo" de la marca no dicen nada?
https://docs.google.com/viewer?a=v&q=cache:ABygeXekvWcJ:cncompetencia.es/Inicio/GestionDocumental/tabid/76/Default.aspx%3FEntryId%3D82783%26Command%3DCore_Download%26Method%3Dattachment+&hl=es&gl=es&pid=bl&srcid=ADGEESiEvoa4dV6ppaLp5Ta6hW7ddlQcKlhAx8jr8SeQnmx8og4LJYBlEUaXivGAYbFSWsvGbgVAV89dYgK1UKtmPvOWXh6gDQZ5meaupHZgEiC2NxQcZ2xNRaO2FqEjvu2PlyVMez9s&sig=AHIEtbSiVzWu4Z8cAy0DtM7o1YPBRzOZcQ
Entonces deberían dejar de comercializar el vino follador:
http://www.outletdelvino.es/tienda-on-line/vinos-italianos/doc-cabernet/piave-cabernetazienda-follador.html
Buen vino. No puede faltar en la despensa de todo soltero.
Yo tenía hasta hace poco una botellina en casa de crema de orujo Hijo Puta y siempre me hizo gracia el poema que venía por la parte de atrás, ilustro:
http://2.bp.blogspot.com/-P2V-Al0aInY/TdNZLfLtVBI/AAAAAAAACWo/k3Yy9RSqMmw/s640/hijoputa-02.jpg
¿Qué vendrá después, prohibir los espárragos 'Cojonudos'?
#42 NO, prohibir webs como http://www.cuantocabron.com.
Tiene un maridaje de la hostia con los espárragos "cojonudos". Si encima te lo tomas todo en un Pajero (coche), tienes un triple combo.
Hay otro que se llama "La verga me han de pelar".
Lo he visto con estos ojos...
Ah,sí? , ¿y eso por qué? ¡que hijoputa!
Aquí en Canarias hay una pimienta que se llama "Pimienta de la Puta de la Madre". No sé si la habrán intentado registrar, pero aquí se nombra sin problemas...
Un clásico
http://www.agencia-de-publicidad.es/wp-content/uploads/2008/07/imagen004.jpg
Que prueben con "Por el culo te la estrujo"
Yo registraria politico como "hijoputa".
También mira que hay nombres y tiene que ponerle ese. Ya son ganas de buscar las consquillas.
bueno pues que lo llamen orujo Naniano Rajoy
Es orujo asturiano, aqui lo hay en todas partes. hijos de puta que no dejan legalizar nuestro orujo!!!
Bueno, siempre puedes pedir 'PedazoCabrón', que tambien es un buen orujo.
¿Y los espárragos Cojonudos? http://www.charcuteriajesusbrusau.com/panel/images/productos/grandes/1253785234p.jpg
¡MAFIA!
...buenas costumbres en una parte de la Unión Europea, jajaja que hijoputas!
Es como pretender registrar "Orujo político ibérico", como que es de mal gusto.