Hace 12 años | Por muywikifancy a elpais.com
Publicado hace 12 años por muywikifancy a elpais.com

Todavía no se ha dado el gran salto en la eficiencia energética global que permita limitar el calentamiento de la atmósfera en dos grados en el siglo XXI.

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Desgraciadamente, lo más probable es que las emisiones de gases de efecto invernadero no se reduzcan por una concienciación ecológica a escala planetaria, sino por el agotamiento de los recursos energéticos en combustibles fósiles: la producción de petróleo y gas pasó el oil peak a mediados de la década pasada, y sin embargo la demanda mundial no deja de crecer.

No hace falta ser muy alarmista para darse cuenta de que la civilización basada en la energía barata camina derecha a un colapso inminente: no sólo será el precio del transporte el que siga creciendo de manera constante, sino también el de los fertilizantes químicos que han permitido que la agricultura pudiera sostener el crecimiento exponencial de la población durante el último siglo.

De hecho, la crisis global en la que estamos inmersos tiene bastante de crísis energética y las guerras ya se libran por el control de los recursos petroleros que quedan (ahora toca Irán).

Y mientras tanto los políticos autistas que nos gobiernan parece que no son conscientes de algo tan cercano y tan evidente y el lobby de los dinosaurios energéticos sigue utilizando la falacia de que los planteamientos ecologistas no están demostrados, como cortina de humo para desviar la atención de la población del hecho de que si no cambiamos el rumbo, en 20 años no es que vaya a incrementarse 6ºC la temperatura, es que no va ha haber posibilidades de mantener la producción agrícola para sostener más gente que la que había a principios del siglo XX: 2.000 millones frente a los 6.000 que somos ahora.

A nivel doméstico, son especialmente sangrantes las políticas de los últimos gobiernos, tendentes a favorecer a las grandes empresas energéticas por encima de la inversión en investigación e implementación en renovables. A más de un ministro y expresidente le asegurará un retiro dorado, pero por las implicaciones que va a tener a corto plazo, ciertas decisiones deberían ser consideradas como delito de alta traición.

Piensa si estás en el tercio más rico de la población mundial, y si no es así, empieza a prepararte para que tu familia pase hambre en un futuro muy, muy cercano: Goldman Sachs ya está apostando por ello!!