El pasado mes de febrero, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lanzó una propuesta para luchar, a su manera, contra la tensión del mercado del alquiler. Como establecer cualquier mínima regulación va en contra de los principios básicos del Partido Popular, la rocambolesca decisión que se tomó desde el Ejecutivo madrileño fue, en su lugar, convertir oficinas, solares y locales que estuvieran en desuso en viviendas a precio asequible. Una idea que ha sido rechazada hasta por algunos Ayuntamientos del propio Partido Popular.