"Tiene un pico de oro y una lengua afilada, mucho más de perro ladrador que de mordedor. Superada la treintena (33), Carlos Cherry probó suerte en la tercera categoría de Francia y al base le ha ido de miedo; del Quimper, donde ha rendido a gran nivel, pasa al Angers, donde jugará un par de campañas. Habla de los nulos derechos de los trabajadores en España respecto al país vecino y de sus recuerdos como jugador del Caja, su equipo desde crío."
Comentarios
Miseria y lo que es peor miserables.
Muy sesgada la opinión. Las cosas van mucho mejor en Francia que en España, pero Francia no es el paraíso.
Oremus el "Miserere"
Ora pro nobis.