Todo es sorprendente es este hombre, desde que grabe discos hasta que haya gente que los compre, no digamos ya que los escuchen o que vayan a verlo a un concierto. En Cáceres, Mario Vaquerizo pilló desprevenida a la audiencia con un vuelo sin motor desde el escenario en el que por poco no se rompe el cuello. Muchos cantantes han saltyado entre el público confiando en que un mar de brazos lo sostendrá antes de esmorrar, pero ninguno con tanta fe como Vaquerizo, quien saltó de espaldas sin que uno solo de sus admiradores anduviera al quite.