Las monjas siempre han fascinado al cine. Ya sea entregadas al fervor religioso ('La canción de Bernadette', 'Dominique'), dedicadas al terror ('La monja', 'Immaculate') o rompiendo todos los esquemas psicosexuales ('Benedetta', 'Los demonios'), pocas cosas resultan más icónicas que un hábito, un cilicio y los votos de castidad y silencio.
|
etiquetas: cine , crítica , españa