#2 Cuando lo de la cadera en el safari con la amante, al salir del hospital dijo que "lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir" esto lo dijo por el escándalo internacional que se armó, más por los elefantes y las quejas del extranjero, que porque se estuviera arrepintiendo de algo. Además en aquella época era rey, que "volvió a sus obligaciones". www.youtube.com/watch?v=Pdx1WdxsjVk
#2 No tengo yo claro que puedas llamar a algo "desconocido" cuando lo conoce un montón de gente. Por esa regla de 3 podrías decir que Lucas Vazquez (por poner un ejemplo) no es conocido, porque también hay gente que no lo conoce. Yo de famoseo del corazón por ejemplo no conozco a casi nadie, ¿eso los convierte en desconocidos?
#2 No te preocupes que ahora llega Vox centrándose en los temas importantes a base de bulos recortando estado e impuestos, y la vida de los españoles mejorará mágicamente.
#2 pienso que el PIB también crece porque el SMI actual facilita que más gente pueda acceder al ocio en hostelería y al turismo, siempre y cuando se pague el alquiler con un mínimo de dos sueldos, si no más. Hasta 2018 había mucha gente que solo consumía lo imprescindible para sobrevivir.
#2 No suelo estar muy de acuerdo con lo que escribes, pero si, las guerras las cuentan los que las ganan. Nuremberg es un ejemplo de libro. Sigo mucho a Roger, pero en este caso da un dato erróneo. El Jefe de la armada alemana, Karl Dönitz, al final no fue condenado por no rescatar y ametrallar a los náufragos de los barcos hundidos, lo fue por otras cosas.
No os voy a contar toda la historia, simplemente preguntad a Chatgpt si el almirante Nimitz declaró en Nuremberg referente a las acusaciones sobre Karl Dönitz.
Resumiendo, esa acusación sobre Karl se retiró porque los americanos hicieron lo mismo en el Pacifico.
#2 el éxito en la vida, como muchos juegos, el éxito depende de las cartas que te toquen, y de saber jugarlas.
Alguien con buenas cartas va a poder equivocarse, y alguien con malas cartas va a poder jugarlas muy bien.
Pero no es menos cierto que alguien con buenas cartas y con éxito va a defender su capacidad de buen jugador, y alguien con malas cartas y que haya jugado mal, le va a echar la culpa a las cartas.
Queda en manos de los políticos definir modificar las reglas del juego para facilitar o impedir que gente con peores cartas puedan ganar, si saben jugar.