Resulta curioso pensar en cómo muchos de nuestros exiliados se negaron durante toda su vida a cambiar de nacionalidad. España los prohibió, los repudió, los expulsó, y ellos, por alguna razón política o sentimental, profundísima en cualquier caso, no quisieron pagar con la misma moneda. Le pasó a Picasso, a Jorge Semprún, a Max Aub o al escritor que hoy nos ocupa, Agustín Gómez Arcos. Se estrena el documental Un hombre libre, el enésimo intento de reivindicar la figura de un escritor tan exquisito, tan valiente y tan relevante como...