Betty Brosmer personificó la clásica “figura de reloj de arena”, un título que fácilmente podría acompañar su imagen en cualquier glosario de moda. Aclamada como la modelo pin-up mejor pagada de la década de 1950, obtuvo reconocimiento como una de las primeras supermodelos. Su presencia adornó las páginas de innumerables revistas prestigiosas como LIFE, Time, Fortune y Look. Además, hizo historia al convertirse en la primera modelo en poseer los derechos de muchas de sus fotografías y negativos, un logro revolucionario en la industria.