Cuando las diferencias de género se ignoran en los estudios de salud, son las mujeres las que pagan el precio.
Considere el siguiente fiasco. En 2013, la Administración de Drogas y Alimentos anunció que reduciría a la mitad la dosis recomendada de la pastilla para dormir Ambien, pero solo para las mujeres. La FDA sabía desde hace 20 años que las mujeres metabolizaban el ingrediente activo, zolpidem, más lentamente que los hombres, pero la dosis para hombres y mujeres había sido exactamente la misma desde que el medicamento se comercializó.