¿Recuerdas el inconfundible olor a goma de borrar y esas portadas verdes o amarillas tan características? Para varias generaciones de españoles, aprender a escribir significaba pasar las tardes de verano completando estos cuadernillos con infinita paciencia y dedicación.
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tengo una caligrafía de médico
El peaje de años tomando apuntes a todo trapo
En el mio, desde luego, no... yo los conocí de mayor, y mira que me había "comido" un montón de "vacaciones santillana" y similares durante mis años mozos.
Para escribir, al menos en mi zona, se usaban los cuadernos de " lamela"