El domingo crucé un pueblo muy pobre, realmente austero, no os diré cual. No es muy antiguo en realidad, ni tampoco muy aislado, se alcanza en un rato desde una carretera regional de mucho tránsito. Siete kilómetros que se arrastran por un barranco entre tierras baldías. Un centenar de viejas almas repartidas en casas-cueva, cuyo plan urbanístico es producto exclusivo del discurrir del agua, sobreviven gracias a los cultivos de subsistencia que caben apretujados en los pocos metros fértiles del fondo del barranco.
No es un pueblo pintoresco que responda a un estereotipo deliberadamente comercial de belleza rural, aunque fácilmente podría hacerlo. Fachadas encaladas en roca viva junto a cobertizos de chapa y bloques de hormigón para la maquinaria. Es duro. La vida debe ser dura allí. Parece como si a nadie le importase aquello. Ni hay mucho que recaudar, ni llegan las inversiones. Nadie allí se hace rico, nadie pasará hambre. Pero es hermoso y es real, no una pantomima para turistas. Hasta la iglesia, apenas una minúscula ermita blanca, está excavada en la roca, como lo están los nichos donde a las afueras reposan sus muertos.
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#52 Lo estoy viendo y ya hay cosas que me chirrían. Dice que el "hedonismo de Epicuro sedujo a Occidente".
Joder, lo de Epicuro es el epicureísmo, no el hedonismo, que es bastante más complejo y es la clásica confusión intencionada o no de los intensitos del estoicismo. Me parece un insulto, si lo hizo adrede, o una falta de cultura impropia de alguien que aparenta saber de lo que habla.
Precisamente Epicuro se diferencia de los hedonistas en que diferencia los placeres del alma de los placeres inmediatos. Este fulano deliberadamente lo confunde y atribuye a Epicuro casi lo contrario a lo que afirmaba.
La mala baba que tienen los estoicos contra Epicuro y las tergiversaciones que le hacen duran dos mil años. Los estoicos gustan de presentar a los epicúreos como hedonistas decadentes.
El placer de Epicuro es también el placer de conseguir un objetivo vital, de estar en paz con uno mismo. Es más zen y chill, no va de beber vino del ombligo de rameras. Epicuro es el tío que dijo la frase que a todos los estoicos les gustaría haber dicho, y les jode:
"No temas a la muerte, pues cuando tú existes ella no está, y cuando ella viene tú ya no existes".
Epicuro era un tío que criticaba la religión y la idea de Dios profundamente, y eso les jode a los estoicos; sus reflexiones sobre la teodicea se siguen repitiendo hoy. Dice que la felicidad se basa en evitar el miedo y el dolor, y dos son las principales causas: los dioses y la muerte.
Y a ciertas clases les jode que alguien se aparte del control que da el temor a los dioses y a dejar de existir. No es casualidad que los estoicos que nombra este tío fuesen casi siempre personas con poder y riquezas.