Cuando un ministro firma alegremente una subvención de 40 millones que acaba en una UTE donde asoma la sombra del “amigo de la casa”, no hace falta hacer literatura, basta con leer el BOE y los informes.
El tipo va por la vida dando lecciones desde el AVE mientras la Guardia Civil va levantando alfombras y, sorpresa, siempre cae alguna miguita rojigualda-metálica del círculo de la PSOE. Y luego te lo encuentras en la tele soltando monólogos indignados como si el problema fuera Twitter y no los contratos que firmó con la alegría de quien no tiene que pagarlos.
40 millones de todos acabaron exactamente donde no debían. Y ahí Puente, que presume de dialéctica afilada, de repente se queda sin diccionario.
#187 Te equivocas, contribuyo más de lo que tú en varias vidas y quiero que mi dinero no se regale a cualquier parásito. Si viene a trabajar es bienvenido, pero necesitamos un control de fronteras férreo para evitar que se nos cuelen lastres. Orden, si estás en contra de eso es que te beneficias de un sistema endeble.
#44 Celebrar la censura del que no piensa como yo.. Aunque ese alguien argumente y razone. No me defraudas, muy típico de la izquierda de este pozo de mierda.
#89 Que no necesite trabajar no significa que mantengan, todo lo contrario. Para eso está el socialismo, especialista en crear necesidad y parásitos que les voten.
#7
Venga hombre, menos dramatismo de sobremesa y más datos, que esto no va de “me quitan mis derechos por culpa de los moros”, va de algo bastante más simple: de un sistema que Bélgica sostuvo décadas cuando tenía pleno empleo real, y que ha colapsado justo cuando entran más personas en el sistema de las que salen con nómina. Y eso no lo digo yo, lo dice el propio Servicio Público Federal belga.
El paro no es “eterno” en España, correcto, pero también es verdad que aquí no tenemos casi 10% de la población activa en incapacidad de larga duración como en Bélgica, ni tasas de inactividad del 51% entre los extracomunitarios, ni un coste anual de prestaciones que se ha triplicado desde 2005. No se están comiendo a nadie entre pobres: están ajustando un sistema que no daba de sí porque la base que cotiza no crece al mismo ritmo que la base que cobra. Matemáticas, no ideología.
Y lo de “ningún país da ayudas a recién llegados” es simplemente falso: Bélgica, como cualquier estado nórdico o centroeuropeo, concede ayudas de inserción social, vivienda subsidiada, cursos financiados y complementos de renta desde el primer día en que alguien obtiene el estatus legal correspondiente. No hace falta un contrato previo. No es insulto, es normativa.
Eres un panfletista, un estómago agradecido o ambas.
Y por cierto: si de verdad esto fuera un acto de “recortes contra inmigrantes”, lo último que habrían hecho es suprimir el paro vitalicio para todos, incluidos los propios belgas. Cuando un país recorta para todos, no se llama odio: se llama aritmética.
Pues normal que remonte el PP cuando la PSOE va dejando un aroma a cloaca institucional que ni el caso Salazar consigue tapar. Lo gracioso es verles poner cara de “escándalo democrático” mientras llevan décadas funcionando como si la Junta Electoral fuese su casero y el BOE su tablón de anuncios privado.
Y encima ahora van de ofendidos porque las encuestas les castigan, como si la gente no hubiese visto desfilar a medio organigrama del partido en los últimos años entre Tito Bernis, Koldo, Ábalos, la guerra interna por la Fiscalía, las adjudicaciones sospechosas y la trama del baboso y presunto acosador Salazar, que ya es de manual. Resultado: un 27,8% que aguanta por pura inercia del voto cautivo, no por méritos de gestión.
Ojo, que el PP tampoco está para sacar pecho. Su “ventaja” viene más porque la PSOE se despeña sola que por brillantez propia. Medio punto arriba es literalmente un “gracias por hacer el trabajo por nosotros”.
Mientras tanto, Vox marcando su mejor dato histórico porque, sorpresa, cuando el personal está harto de que le tomen por idiota, busca a quien hable claro aunque sea a martillazos.
Pero lo realmente cómico es que la PSOE sigue convencida de que todo son “campañas mediáticas”. Sí, claro: la campaña es tan poderosa que ha conseguido incluso que los suyos dimitan… y que los jueces imputen… y que los chats filtrados sean reales. Tremendo poder tiene Atresmedia, oye.
Al final, el único misterio aquí es cómo narices aún rozan el 28%. Debe ser que los barones están trabajando horas extra repartiendo vaselina electoral.
#6 Me da que eres tú el que lo interpreta mal o manipula a sabiendas. Ese “80 %” es tan falso que ni la PSOE en modo propaganda se atrevería a firmarlo. El propio Banco de España ha dicho claramente que la aportación de la inmigración al crecimiento del PIB per cápita entre 2022 y 2024 fue de 0,4–0,7 puntos sobre un crecimiento medio del 2,9 %. Entre un 14 % y un 24 %, no un 80 %. Y eso hablando de per cápita, no del PIB total.
Decir que “el 80 % del crecimiento desde 2019 lo hacen los inmigrantes” es como decir que Messi gana la Liga él solo aunque juegue en muletas. Ni coincide con las cifras, ni con la metodología, ni con nada. Es puro storytelling.
La inmigración suma, sí, pero no multiplica por cuatro. El crecimiento real viene del empleo total, del rebote post-pandemia, de turismo, construcción, servicios… no de una cifra mágica inventada para que cuadre un relato.
Así que, si alguien quiere vender ese 80 %, que enseñe la hoja de Excel, porque los únicos números serios publicados dicen lo contrario. Aquí el único “crecimiento del 80 %” es el de las trolas estadísticas que algunos se tragan sin masticar.
#1 Ese “80 % del crecimiento gracias a los extranjeros” es otro número mágico de esos que circulan cuando alguien mezcla un informe técnico del BCE con la imaginación de un tertuliano. Los datos reales dicen otra cosa: el Banco de España calcula que la inmigración aportó entre 0,4 y 0,7 puntos al crecimiento del PIB per cápita en 2022-2024, mientras el total crecía alrededor del 2,9 % anual. Traducido a cristiano: entre un 15 y un 25 % del crecimiento, no un 80 ni de lejos.
También es verdad que la inmigración ha ayudado a que haya más ocupados y a cubrir vacantes en sectores con mano de obra insuficiente. Pero eso va de empleo y demografía, no de que “España flota solo porque vienen de fuera”. El relato del 80 % es propaganda disfrazada de estadística.
Esta táctica la conocemos de sobra: inflar números para encajar un discurso político previamente decidido, exactamente como hace la PSOE cuando necesita justificar que oculta datos, que maquilla estadísticas o que “interpreta” cifras hasta que cuentan el cuento correcto. Y luego RTVE te lo empaqueta como si fuera una verdad revelada.
Si alguien quiere defender la aportación real de la inmigración, ahí están los datos; si quiere vender una épica económica incompatible con las cifras oficiales, que al menos no cite al BCE para vestir el panfleto.
Vaya, lo del “turismo” en Barcelona parece más bien un eufemismo para hablar de delincuentes que se cuelan en masa y acaparan el espacio público. No son turistas que pasean con guía, son hordas de visitantes que convierten aceras y plazas en un caos, violando normativas y dejando al personal con movilidad reducida sin derecho a andar libremente. La Sindicatura de Greuges lo confirma, pero el Ayuntamiento mira hacia otro lado, así que el verdadero problema no es el turismo cultural, sino los “turistas ilegales” que se creen que la ciudad es suya.
#5 Parece que Google solo te funciona para lo que confirma tus mantras.
Los estudios del CIS, del Instituto Juan March y del propio Ministerio del Interior muestran lo mismo desde hace años: la PSOE es el partido con mayor proporción de voto entre quienes no terminaron la ESO. En las generales de 2023, el CIS postelectoral reflejó que la formación con más voto de nivel educativo bajo fue la PSOE, seguida por Sumar, mientras que Vox tenía una distribución mucho más homogénea. ¿Que Vox crece en clases trabajadoras cabreadas? Claro. ¿Que la PSOE sigue siendo la campeona del voto poco formado? También. No es ideología, es estadística.
Así que eso de “el PP y Vox se llevan la palma” es lo mismo que decir que la sequía es culpa del horóscopo: queda sonoro, pero no pasa la prueba del dato. Antes de repartir carnés de quién inventa qué, estaría bien mirar algo más que la primera página de Google o el tuit de un politólogo con avatar de gatito, panfletista.