Hace 10 años | Por tocameroque a vanitatis.com
Publicado hace 10 años por tocameroque a vanitatis.com

30 de enero de 1968. El soldado Vicente Ródenas esperaba en la cárcel de Valencia su ejecución. Se le conduciría ante un pelotón de fusilamiento, como dictaba la sentencia del 17 de enero de 1968 del consejo de guerra al que fue sometido. Tuvo suerte, el fusilamiento era un beneficio que estaba reservado para los militares; si hubiera sido un civil su vida hubiera terminado en el garrote vil. Esa noche le indultaron la pena de muerte, aunque hasta 1984 no abandonó la cárcel.

Comentarios

tocameroque

Lo envío para que conozcáis lo sórdido de aquél absurdo régimen y su sistema judicial, a todas luces injusto y desproporcionado. Y cómo una estupidez como fue el que Felipe de Borbón naciera ese día libró de la pena capital a un reo común, dando oportunidad al dictador de mostrar su "generosidad", como sólo los dictadores saben hacer: cuando creen que beneficia a sus intereses, en este caso hacer creer a las capas menos informadas de la sociedad de la buenhomía de su "líder". Pura hipocresía.

Guanarteme

El lumpen siempre tan agradecido a la burguesía/realeza.