Las empleadas de hogar valoran la nueva ley del Gobierno, pero creen que es insuficiente y piden más derechos, como que reconozcan sus tiempos de descanso. Lina lleva tres años trabajando como interna en la casa de una mujer mayor con problemas de párkinson. Allí, limpia y atiende sus necesidades durante seis días a la semana y cobra 950 € al mes. Sin embargo, se queja de que no está dada de alta, a pesar de que lo ha pedido en varias ocasiones. Con 62 años, solo busca empleos con contrato y reconoce que está preocupada por su futura pensión.
|
etiquetas: empleadas de hogar , plenos derechos