Un muchas ciudades se empieza a multar por saltar, por reunirse en la calle, por dar de comer a las palomas o por subirse a los árboles. Detrás de esa fiebre sancionadora está la búsqueda desesperada de dinero para aliviar el vacío de las arcas de los ayuntamientos
|
etiquetas: multas , ordenanzas , crisis