Las rondas nocturnas son extensas. Los colores y olores del hospital no ayudan. El cansancio de una jornada de trabajo y estudio tampoco: es necesario revisar las historias clínicas de los pacientes. Se escucha alguna risa alegre porque uno de los pacientes partió a su casa, o decepción y cierta tristeza porque hay un caso que no deja de empeorar. Aquí, la labor de Payamédicos, una asociación sin fines de lucro que utiliza la técnica del clown con fines terapéuticos y científicos para mejorar la calidad de vida emocional del paciente.
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