Publicado hace 14 años por mezvan a universoalavista.blogspot.com

[c&p] Así transcurrían mis primeros pasos por la astronomía, en un mar de calma y serenidad, hasta que un aciago día de marzo, en la escuela primaria, estudiando el sistema solar me crucé por primera vez con un texto escolar -que ya no recuerdo si era un manual, o tal vez alguna de las dos clásicas revistas semanales para la escuela-, en el que se decía de manera tan segura y tajante como explícita que "En 1655 Christiaan Huygens descubrió los anillos de Saturno" ... veamos el análisis

Comentarios

D

Me parece un artículo excesivamente largo para la pregunta que se hace, cuando, a mi juicio, está clarísimo que fue Galileo quien los observó el primero, pero no comprendió lo que veía.

sofista

#1 Pero para que propiamente haya una observación hay que comprender qué se está observando. Observar no es simplemente ver o mirar. Si lo fuese, Galileo también habría descubierto a Neptuno, que estaba muy cerca de Júpiter cuando observó este planeta y descubrió sus cuatro lunas mayores —en este caso interpretó correctamente lo que veía—. Es muy posible que haya confundido a Neptuno con una estrella —algo comprensible, dada la poca calidad y aumento del anteojo de Galileo— y lo ignoró por completo.

T.S. Kuhn, uno de los epistemólogos más importantes de la segunda mitad del siglo XX, también estaría en desacuerdo con tu opinión: te respondería algo así como que observar y no comprender es no haber visto nada en absoluto. Pero un investigador sólo comprenderá aquellas entidades reconocidas por el paradigma que lo guía en su investigación de la naturaleza —y en la época de Galileo un planeta con anillos era algo inconcebible—. Aquí hay más detalles sobre la posición kuhniana:

http://elsofista.blogspot.com/2010/03/quien-descubrio-los-anillos-de-saturno.html

D

#2 No estoy del todo de acuerdo con esa idea. En este caso creo que puede aplicarse con más facilidad, pues uno "ve y no comprende" y el otro "ve y comprende", pero, ¿qué pasa cuando uno "ve y no comprende" y otro "no ve y comprende"? Imaginemos alguien, en un experimento, hace algo fuera de lo comun. Imaginemos, no sé, una extraña propiedad de un material a bajas temperaturas. Con ese material solo se experimenta a altísimas temperaturas, pues pretende usarse en algo relacionado con un experimento de fusión nuclear, donde hay muchos problemas por las altísimas temperaturas. Esa persona, decide en su experimento bajar la temperatura a alguna cercana al cero absoluto, y ve algo muy raro. No sabe lo que es. Repite el experimento una y otra vez, obteniendo los datos, y cuando está seguro de que hay algo ahí, que es reproducible, lleva esos datos a un colega, y el colega, que no ha visto el experimento, les da un interpretación correcta. ¿Quién es el descubridor?

Se me ocurren más ejemplo. ¿Colón descubrió un nuevo continente? (sin meternos en si fue él el primero, los vikingos o quien fuera) Al fin y al cabo murió sin saber que estaba en un nuevo continente.

Volviendo a la astronomía (y en relación al ejemplo que he puesto), podríamos pensar que sería Huygens el descubridor de los anillos análogamente a considerar a Johannes Kepler el que descubrió que las órbitas de los planetas son elípticas, y no Tycho Brahe, que fue quien recogió los datos de posiciones relativas de los planetas que posteriormente usó Kepler para razonar la elipticidad de las órbitas. Sin embargo, creo que hay una diferencia muy importante. Brahe, a diferencia de Galileo, no hizo ninguna interpretación. Galileo si interpreta (aunque su conclusión final sea errónea) y es consciente (aquí creo que está lo importante) de que hay algo raro. Galileo tiene experiencia mirando los cielos, y ha descubierto los satélites de Júpiter, y ha visto cómo giran los satélites alrededor del planeta, cosa que no ve en este caso. Y eso le extraña. Sabe que ha descubierto algo raro.

De hecho, en el texto reproducido en el mensaje califica lo que ha visto de "extraña maravilla". No lo llamaría así si no fuera porque piensa que algo falla. El avistamiento de satélites en Júpiter sí es "una extraña maravilla", pues era la primera vez que se observaban satélites orbitando alrededor de algo que no fuera la tierra, y contradecía la visión aristotélica-ptolemaica del universo. No se extrañaría de ver eso en Saturno si no tuviera cosas raras.

Iba a poner otro ejemplo, pero ya es demasiado largo el comentario.

P.D.: Como dije que me parecía largo, no lo había leído. Buscando si comentaba una cosa en el artículo, he visto que el autor también menciona el caso de Colón y América.

sofista

#3 Gracias por ampliar tu comentario. Voy a tratar de ser sintético para no extenderme, aunque el tema da para largo. Una aclaración, para empezar: hay que tomar en cuenta que para Kuhn hay carga teórica, es decir, lo observado se configura simultáneamente tanto con los datos perceptuales como con la teoría que forma parte del paradigma. Esto es, datos y conceptos están fundidos, no se pueden separar. Además, los instrumentos de medición se diseñan y se utilizan en función de lo que se va a medir, y lo que se va a medir está determinado por la teoría aceptada —es decir, el paradigma—.

En el primer caso, el experimentador "ve algo muy raro". ¿Pero por qué le resulta raro? Porque el paradigma le había anticipado qué podría ver al utilizar sus instrumentos y el investigador se encuentra con otro resultado, algo que no comprende: una anomalía. El colega le brinda la interpretación correcta. ¿Pero correcta con respecto a qué? Nuevamente hace falta una teoría que determine qué objeto o resultado es correcto y cuál no. Lo importante, según Kuhn, es si hay que reajustar la teoría para resolver el problema o no hace falta —la cuestión del descubridor se resuelve por la vía indicada en el enlace incluido en mi comentario anterior—. Si para asimilar la anomalía hay que reajustar la teoría, entonces sin duda el verdadero descubridor es el colega, porque vio en el doble sentido del término.

Segundo caso. La empresa de Colón no es una investigación científica —aunque tuvo consecuencias muy importantes en las ciencias—, a Colón no lo guiaba una teoría ni el afán de conocer. Si bien su viaje era de exploración, sus intereses eran bien otros que el conocimiento, sus objetivos eran de índole económica y política. Se dice que Colón descubrió un nuevo continente, pero aquí "descubrir" tiene un sentido más bien amplio, en el sentido de hacer patente algo, revelar lo oculto —como cuando se descubre al culpable de un delito—. Para Kuhn el concepto es más restringido y tiene el sentido de articular y extender una teoría, tanto en sentido empírico —nuevos miembros de clases conocidas— como teórico —nuevas leyes—. Si el resultado de las investigaciones no puede asimilarse, entonces habrá que cambiar el paradigma. Como no se trata de un episodio científico, el caso de Colón no es similar al de Galileo y no se le pueden aplicar los criterios que Kuhn desarrolló en La Estructura,

Tercer caso. Brahe ya había resuelto dentro del marco de su sistema la teoría del Sol y de la Luna —todavía no se concebía que hubiera una única teoría para un único sistema planetario, sino que cada planeta (en sentido clásico) tenía su propia teoría—, pero fracasó con Marte, a pesar de los esfuerzos empeñados en resolver el problema. Por eso lo contrató a Kepler. Las tres leyes del movimiento, la contribución de Kepler, son un descubrimiento de carácter teórico, por las cuales se corrige y extiende el sistema matemático-predictivo de la teoría copernicana, pero no el de la ticónica.

No me queda muy claro lo que dices sobre Galileo. De todas maneras creo que ya queda claro lo que dirá Kuhn al respecto: si Galileo no describió con cierta exactitud lo que vio a la luz de la teoría copernicana —la teoría astronómica que aceptaba—, entonces sólo vio meros datos —uno sólo de los sentidos de ver— que no supo o no pudo conceptualizar —el otro sentido de ver— y por eso no tienen mayor significado. Por eso mismo no es el descubridor de los anillos de Saturno. (Es justo reconocer que también le tocó la más difícil, porque en ese momento los anillos se veían casi de canto.) Sin embargo, no tuvo dificultades en describir otras observaciones, que se le adjudican como descubrimientos: las montañas y valles de la Luna, las manchas y la rotación del Sol, los satélites de Júpiter, la composición estelar de la Vía Láctea. La observación de las fases de Venus es, en rigor, una confirmación de la astronomía copernicana, ya que Copérnico mismo las había anticipado.