Los técnicos del Observatorio Astronómico de la Universidad de Santiago vieron en la mañana del pasado lunes un bólido diurno, una parte de materia del espacio que entra en la atmósfera dejando a su paso una estela luminosa. Como una estrella fugaz, pero más brillante, menos frecuente y más grande, por lo tanto, con más posibilidades de llegar al suelo y convertirse de esa manera en un meteorito.
|
etiquetas: astronomía , sociedad