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#6:
#3 Veo y supero (y pongo al FSM que esto es real) en esa época cohabitaba con otros dos compis, estos, en una salvaje discusión con cervezas de por medio se amenazaron con que jamás iban a volver a limpiar porque perjuraban mutuamente que el otro era un guarro, lo cual fue el preambulo de una época muy oscura y desagradable en mi vida, yo ante la escalada de hostilidades entre ambos decidi separar un fregadero para mi y otro para ellos, ya que no iban a limpiar al menos que me dejasen mi pequeño espacio para mis cosas.
Un dia mientras limpiaba mi cena me fije en la pila de platos que emergia del otro fregadero y descubrí unas hojas, al principio pensaba que serían un resto de ensalada, pero parecian frescas y lozanas en comparación con el resto de platos, y examinandolas mejor pude comprobar que una lenteja se habia colado entre los platos y la vida se había abierto paso entre la inmundicia.... Fue terrorifico y bello a la par.
A dia de hoy mis estandares de higiene estan ligeramente mas altos
Un dia mientras limpiaba mi cena me fije en la pila de platos que emergia del otro fregadero y descubrí unas hojas, al principio pensaba que serían un resto de ensalada, pero parecian frescas y lozanas en comparación con el resto de platos, y examinandolas mejor pude comprobar que una lenteja se habia colado entre los platos y la vida se había abierto paso entre la inmundicia.... Fue terrorifico y bello a la par.
A dia de hoy mis estandares de higiene estan ligeramente mas altos
#1:
Hubo una época de mi vida de estudiante, mucho mas prolongada de lo que me gustaría reconocer, donde acudia a defecar a la universidad, ese era el nivel del cuarto de baño de mi piso.
Comentarios
#3 Veo y supero (y pongo al FSM que esto es real) en esa época cohabitaba con otros dos compis, estos, en una salvaje discusión con cervezas de por medio se amenazaron con que jamás iban a volver a limpiar porque perjuraban mutuamente que el otro era un guarro, lo cual fue el preambulo de una época muy oscura y desagradable en mi vida, yo ante la escalada de hostilidades entre ambos decidi separar un fregadero para mi y otro para ellos, ya que no iban a limpiar al menos que me dejasen mi pequeño espacio para mis cosas.
Un dia mientras limpiaba mi cena me fije en la pila de platos que emergia del otro fregadero y descubrí unas hojas, al principio pensaba que serían un resto de ensalada, pero parecian frescas y lozanas en comparación con el resto de platos, y examinandolas mejor pude comprobar que una lenteja se habia colado entre los platos y la vida se había abierto paso entre la inmundicia.... Fue terrorifico y bello a la par.
A dia de hoy mis estandares de higiene estan ligeramente mas altos
#6 Magnífico ¿Tus antiguos compañeros mantienen viva esa guerra de no limpiar o murieron entre basura?
#11 uno no, con el tiempo y las pequeñas infecciones ha modificado sus hábitos, el otro sigue siendo todo un portento médico
#6 Un dia mientras limpiaba mi cena
Pues sí que debía ser un piso bien guarro para que tuvieras que limpiar la cena
#6. La vida siempre se abre paso...
#6 los pisos de estudiantes, seguro que descubriría vida los de la Nasa en alguno
Hubo una época de mi vida de estudiante, mucho mas prolongada de lo que me gustaría reconocer, donde acudia a defecar a la universidad, ese era el nivel del cuarto de baño de mi piso.
#1 No viene mucho a cuento pero con tu comentario me he acordado de una anécdota sucedida en el baño de mi piso de estudiantes: la madre de un compañero de piso nos envió unas lentejas para que nos alimentáramos pero con el calor (y nuestra desidia) se estropearon en seguida. A mi amigo no se le ocurrió mejor idea que tirarlas por el wc, con tan mala suerte que un hueso de lacón obstruyó el desagüe. Para desatascarlo usó el cucharón de las lentejas y aún hoy lamento no haber podido hacer una foto a aquel chico arrodillado frente a la taza, removiendo una masa de agua y lentejas... 😂 😂
#3 Diosito, me hubiese encantado ver esa imagen. Espero que después de desatascarlo quemarais esa cuchara.
#3 A ver si adivino: el cucharón y la tartera eran los que había traído su madre con las lentejas, lo lavásteis un poco y se lo devolvísteis a la pobre mujer, que todavía cocinará con el
#10 Shhhhhhh... calla, loco...
#1 Yo ahora siempre lo hago en el curro. Por qué hacerlo gratis en casa cuando me pueden pagar por ello.
#7 Tenia un compi que evaluaba clientes en funcion de lo comodo que podían resultar sus retretes para echar una pequeña siesta despues de comer. Un genio
#8 Yo lo tengo claro, si algún dia tengo una empresa me aseguraré de que el wifi no llega al retrete. La de horas que he echado en menéame desde allí.
2 de agosto de 2008. Chuysky Trakt (carretera que va desde Novosibirsk a la frontera con Mongolia). Hacemos una parada en un "área de servicio" que consistía en un chamizo donde vendían chucherías y otro chamizo un poco alejado que era el retrete. Cuatro paredes, techo y suelo de tablas de madera. En el suelo, un agujero enoooorme y, al fondo del agujero, un inmenso montón de mierda.
Pensé: "si pierdo el equilibrio y me caigo ahí, me muero. Y si no pierdo el equilibrio pero me salpica, me muero igual".
Me alejé tranquilamente y busqué un árbol amigo al que abonar.
Si alguien tiene una foto del WC del antiguo refugio de Colomers, que la envie a la pagina esa. Era un cubiclo hecho de madera mal cubierto y sin puerta, al final de una peligrosa escalera bajo de la plataforma del edificio. La taza era de hormigon, y el agua venia de una mangera de goteo negra anexa, que siempre circulaba.
El desague era un tubo de PVC que daba directamente al pantano, pero no era lo suficientemente largo para llegar al agua. A veces el viento se metia por el tubo, provocando que lo que tendría que ir para abajo, fuera para arriba. Todo una experiencia ir a mear allí y salir duchado, o que el viento te tirara el papel a la cara
#24 Por favor que alguien muestre semejante obra de ingeniería.
No hay nada como plantar un buen pino en el WC de tu casa para, a la vuelta de un viaje o de unas vacaciones, sentir realmente que has vuelto al lugar al que perteneces.
En cierta ocasión, en un área de servicio francesa me encontré con una placa turca. Era la primera vez que lo hacía allí.
Por lo visto, la forma correcta de hacerlo era en cuclillas y abrazándose a las rodillas, y no abriendo las piernas para disminuir la distancia entre el orto y el agujero del suelo.
Unas vacaciones en República Dominicana, de viaje al interior , en cutrebús y yo con diarrea. Jamás he pasado tanta verguenza ni tanto asco
En palabras del sargento arensivia
Es difícil de explicar pero a veces el cagar da más gusto que el follar
En otras palabras si te estás cagando pero cagando de verdad te da igual el baño, he cagado en gasolineras pérdidas de países árabes que no han conocido el agua en años aguantando las ganas de vomitar .
La verdad que como en España no se caga en ningún sitio
Ninguno como el de Trainspotting.
La imagen del meneo guapa. ¿Eh?
Quizás no fue intencionado.
Hoy en día si no te ofendes buscando dobles sentidos no eres nadie.
Con cariño y con respeto... si os parecen exagerados estos ejemplos os hace falta viajar.
Algunos de los presentados en el artículo son mejores lo que en algunos lugares he considerado "decentes"...
#17 Pues manda foto que seguro que te lo agradecerá. Pero vamos, no me gustaría ser el que limpiará el que está toda la mierda por el suelo...
Recuerdo un viaje en microbús especialmente pesado y largo entre Sucre y Potosí (Bolivia) con algunas paradas durante el trayecto en las cuales decidí no evacuar por las condiciones de falta de higiene de los baños de los bares de carretera en los que paramos. Y en qué mala hora. Cuando por fin, de madrugada llegué a Potosí, que está a 4000 msnm, además del soroche (mal de altura) que me martilleaba la cabeza, las ganas de ir al baño eran ya insoportables. Nada más bajar del "micro", busqué desesperadamente un baño público. Lo encontré y también encontré los servicios más desastrosos que he visto en mi vida. Además eran de pago (sí, tuve que pagar unos pesos para entrar), mixtos (había allí unos cuantos bolivianos a la labor, muchos de ellos con unas tajadas como pianos, y lo más sucio que se puede echar uno a la cara. Cerré los ojos y creo que viví los minutos más largos de mi vida. Maldije mil veces no haber visitado los baños que vi durante el trayecto.
La verdad es que este es un meneo apropiado para los chistes y me he reído bastante. Daos por positivados. Lástima que no tenga anécdotas tan escatológicas para deleitar al público.