Hace 6 años | Por --583692-- a eljueves.es
Publicado hace 6 años por --583692-- a eljueves.es

El susto y drama de sus padres cuando la veían desaparecer hacia lo hondo (bueno, dile desaparecer, dile nadar veinte metros) se tornó en asombro, admiración y gritos de «milagro, milagro » al verla regresar a la orilla sana y salva. Justina Navagorza, de 10 años, se zambulló apenas cinco minutos después de terminar el bocadillo de chorizo del almuerzo y, contra toda intuición popular y axioma científico, no le pasó nada. Los socorristas que acudieron a atenderla cuando volvió —no podían meterse en el agua porque habían estado picando kikos—

Comentarios

ﻞαʋιҽɾαẞ

#4 Fantasmón, eso es imposible.

Liet_Kynes

#6 Te lo juro por mi Telesketch

D

#4 debio reajustarse Matrix en ese instante, tuviste suerte

ﻞαʋιҽɾαẞ

Errónea: como bien saben todas las madres, es imposible bañarse antes de que hayan pasado dos horas después de comer.

Interrogacion

Yo una vez andé descalzo en invierno y no me costipé y no veo que sea noticia.

D

Lo triste es que estamos llenos de supersticiones, pensamientos mágicos y dogmas de fe ciega, como el presente, que afirma que "bañarse antes de dos horas después de comer es peligrosísimo y puede ser mortal".

D

#9 en realidad esa historia debe originar en el "me pego dos horas de siesta sin estar pendiente que no se ahoguen los niños"

ctrlaltsupr1

Orden de una madre canaria a una niña que se estaba metiendo en el agua:
"¡Guasimara, hasta el coño ná'más!"

ayatolah

Aún no le había bajado el último trozo al estómago. Por eso se salvó.

D

Erronea, los socorristas no se bañan, solo usan el silbato y pasean en moto de agua con gafas Oakley.