Hace 14 años | Por hqta a elmundo.es
Publicado hace 14 años por hqta a elmundo.es

Anne-Marie Thiese considera que los mitos patrióticos son relatos prefabricados e intercambiables... como muebles de Ikea.

Comentarios

D

"Las cosas que más excitan a la gente poco reflexiva son las que no existen, como Dios o la nación" (Jesus Mosterín)

Jesus Mosterín: "Las cosas que más excitan a la gente poco reflexiva son las que no existen, como Dios o la nación"

Hace 15 años | Por --324-- a elpais.com

elsocorro

La nación es un concepto inventado y totalmente subjetivo, que responde a intereses personales, circunstancias históricas, condicionantes culturales y situación geográfica.

D

#8. Para mí es una reconceptualización histórica de la necesidad psicológica natural de pertenencia a un grupo social, que tiene el homo sapiens en tanto que especie social. Esto lo hace en parte un producto histórico y en parte algo natural; creo que mi idea del asunto es más compleja que la de Anne-Marie Thiese y compañía, que poseen una visión fundamentalmente ideológica y supeditada a ciertos prejuicios políticamente militantes.

PS: eso de que la nación se «inventó» en el siglo XVIII no se sostiene por ningún lado, y es uno de los mitos ideológicos contemporáneos más fantásticamente extendidos.

iramosjan

#10 Depende. "Nación" como sinónimo de pueblo o de conjunto de personas que hablaban el mismo idioma si que existía (por ejemplo, las Órdenes Militares solían organizarse en "naciones"o "lenguas").

Pero no es en absoluto casual que los revolucionarios franceses llamarán al parlamento "Asamblea Nacional" y que los ejércitos de la Revolución substituyeran el grito de guerra tradicional de "Viva el Rey" por "Viva la Nación". La traslación de "nación" del terreno cultural al politico si que fue cosa suya y desde el comienzo se basó en una uniformización forzada, tomando lo francés casi como sinónimo de lo parisino (de hecho algunos han hablado de que debería llamarse "revolución parisina" mas que revolución francesa) e ignorando a bretones, corsos, vascos, saboyanos...

D

#12. «Nación» ha sido, hasta el siglo XX, una palabra polisémica. Fundamentalmente, designaba «origen», en sentido amplio. Por eso se podía aplicar a un ámbito lingüístico, como dices, pero también a un bien pequeño, que es lo que hoy llamaríamos de «terruño» (por ejemplo, «Fulano es alicantino de nación»). Nación tiene que ver que «nacer». y era eso, «lugar donde se nace». Incluso existía la palabra nación como sinónimo de vulva (un diccionario recoje una maldición refranística sobre «a nación que te pariu», la nación que te parió).

Ahora, una cosa es este tipo de variaciones semánticas, y otra diferente es creer que las cosas existen sólo desde el momento en que se las nombra. Eso es nominalismo en el mal sentido. Y es el error en que caen gente como Hobsbawm, que afirma que la idea que hoy tenemos de «nación» (estrutura territorial vinculada por lazos históricos y culturales, que por causa de estos se entiende que debe organizarse políticamente de modo autónomo) sólo existe desde el momento en que tal idea es expresada con la palabra «nación». Esto es tan absurdo como decir que el coito es un fenómeno radicalmente diferente hoy de lo que era era hace quinientos años porque hacía quinientos años no existía la palabra «follar» y se decía «fornicar», dos cosas que no tienen nada que ver.

Si vemos las cosas sin el prejuicio del tamiz ideológico anti-nacionalista que nubla frecuentemente la vista de marxistas, post-estructuralistas, etc... veremos que hace 500 o 600 años la afinidad o distancia cultural entre los gobernantes y los gobernados también se usaba como elemento de legitimación / deslegitimación para la movilización política, lo que indica que el vínculo cultural se consideraba, de modo obvio, una necesidad de la estructura política (monarquía, ciudad-estado, etc.). Evidentemente que esto concurría con otras fuentes de identidad colectiva, como la religión. Pero eso de que la lengua o la cultura no tenían importancia política en el siglo XV es un cuento chino. Cuanto más se conoce la época (cosa que probablemente no conozca Hobsbawm & cia), más se encuentra esta relación.

O

Exacto: La nación Española es un mueble viejo, agrietado y lleno de carcoma... ¿o no?

D

#2 NO.

D

#2 La nación española directamente no existe.

D

La economía de escala se hace cada día más ambiciosa y poco a poco acaba con la idea de nación para así hacer del mundo "su mercado único". El español que se compra su camiseta Nike imitando al tailandés que tiene la misma que se la vio a un australiano cuando estuvo allí de vacaciones.

ikipol

Nación es un concepto atávico. Se creó cuando el concepto "tribu" o "manada" no respondía al tamaño de la población.

Está basado en mitos e historias convenientemente aderezadas. Léase la española, vasca, catalana, etc. Es una forma pagana de religión.

D

#16 Realmente, en el fondo, hay más mitología (antinacionalista) es este tipo de discursos que en la mitología nacionalista misma.

Puede. La verdad estará en algún punto entre las dos posturas, me imagino.

D

Por eso hay tantos españoles que se sienten sudafricanos, que es la última moda.

DexterMorgan

#1

No, pero encaja perfectamente con los mitos y nociones de pueblo elegido, que tanto se han repetido a lo largo de la historia.

D

#3. Pero no es ni prefabricado ni intercambiable. Lo que cuenta esta señora me suena a mitología Hobsbawmiana. Una cosa es que a ella le desagrade el sentimiento nacional, y otra cosa es que este se funde en simples entelequias. Más entelequia es eso de ser «ciudadano del mundo», por cierto.

D

#7 No sé cómo podéis opinar sin haber leído el libro. Yo me imagino que hablará de los mitos sobre los que se fundan las distintas naciones, como la batalla de Covadonga, el águila del nopal mexicano o la espada del rey Arturo.

Eso son mitos ¿no?

D

#15. El discurso lo conozco de sobra como para identificarlo a primera vista. Está requetevisto.

el verdadero nacimiento de las naciones que, como indica la autora, se halla en el momento en el que un puñado de individuos declara que existe la nación y se dispone a probarlo

Hobsbawmismo en estado puro.

Por otra parte, aún si se refiere a lo que dices (la batalla de Covadonga, el rey Arturo...), seguiría estando lejos de ser rigurosa. Cualquier mito (aunque sea eso, mito, puramente falso) no existe porque sí; se crea con un motivo, en un contexto y con un sentido. Esto es antropología elementar. Por eso, decir que un mito (entendido así) es «intercambiable» por cualquier otro mito tiene todavía menos sentido.

Todo este discurso lo único que pretende demostrar es que el nacionalismo no es más que una patología psiquiátrica que se transmite por contaminación ambiental. Postular esto, al igual que postular la intercambialidad de los mitos, es lo mismo que renunciar a la explicación de los hechos sociales e históricos. Si el nacionalismo sucede porque una sociedad «enloquece», ¿por qué enloquece con ese tipo de «locura», y no le da por otra cualquiera? Si el mito que las elites nacionales «escogen» es aleatorio, por qué escogen ese y no cualquier otro?

Realmente, en el fondo, hay más mitología (antinacionalista) es este tipo de discursos que en la mitología nacionalista misma.

iramosjan

Para empezar, la autora me parece una snob que no ha visto un mueble de IKEA en su puñetera y elitista vida, porque esto de

"el sistema IKEA de construcción de las identidades nacionales, que permite montajes diferentes a partir de las mismas categorías elementales, pertenece actualmente al dominio público mundial: Europa", apunta, "lo ha exportado al mismo tiempo que imponía a sus antiguas colonias su modo de organización política"

deja muy a las claras que no ha montado nunca ni una triste 'Billy', y no digamos un mueble con cajoneras, que son la pera. Los pro-IKEA no podemos aceptar las burdas maniobras del enemigo. Nuestros queridos muebles no admiten montajes diferentes, salvo que nosotros metamos la pata hasta el corvejón.

Después, me parece a mí que a los países europeos, una vez decidido que iban a bandonar las colonias, no tenían el menor interés en imponerles un modo de organización política. La mayoría ya tenían estados antes, y si decidieron adoptar una organización "nacional" sería cosa de las élites locales, que los europeos el tema no podía importarles menos.

Y también coincido en que el término "nación" es un invento de los revolucionarios franceses, completamente artificial salvo en el sentido medieval de gentes que hablaban más o menos el mismo idioma (y sin medios de comunicación de masas, imprenta ni educación obligatoria las lenguas se dividían en dialectos locales bastante distintos incluso a distancias de solo unos pocos días de viaje)