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#8:
Traduccion de rápido (voy al lab):
"Yo ingrese en la Penitenciaria de Lousiana a principios de los 60's, a la edad de 18 años, y ahí estuve por el resto de la decada. En esos años, si uno era joven, negro y tenía antecedentes criminales, la policia de Nueva Orleans podía venir por tí en cualquier momento, cuando tenían un caso sin resolver, lo llamaban "limpiando los libros".
En 1969, me arrestaron por un robo que no cometí y, una vez dentro de la carcel, me uní a los Panteras Negras. Tres años despues, un interno fue asesinado en mi bloque y, por mis creencias políticas, las autoridades vieron una oportunidad de culparme. En 2001 fuí declarado inocente de ese asesinato pero para ese entonces ya había pasado 29 años en confinamieno solitario.
Se trataba de una diminuta celda, de 2.7 por 1.8 metros, con barrotes en el muro de cemento que daba a un pasillo largo. Dentro sólo había una cama, un baño, una mesa, una silla, y una trampa de aire pegada a la pared.
Algunos días me la pasaba caminando hacia adelante y atras, de izquierda a derecha durante horas, y termine conociendo cada pulgada de mi celda. Algunas veces creía volverme loco caminando como un animal atrapado pero no tenía elección, necesitaba sentirme en control de mi espacio.
En ciertos momentos sentía una inmensa angustia que es difícil poner en palabras. El vivir 24 horas 7 días a la semana en una paqueña caja, año tras año, sin posibilidad de libertad es una cosa terrible que te endurece.
Me tocó ser puesto en el ala del confinamiento restringido de la prisión, la cual llamabamos Angola, por la plantación de esclavos que existía en el lugar antes de que construyeran la penitenciaría. Tres veces a la semana me sacaban una hora para hacer ejercicio, donde era separado de los otros prisioneros por una alambrada.
Los guardias trataban de callarnos cuando queriamos platicar pero nosotros nos resistiamos a ellos. Las veces que fuí disciplinado fue por platicar, pero no me importaba, siempre me resistí a sus intentos por quitarme mi humanidad.
El peor castigo era la "caja fría", como llamábamos a la celda dentro del Camp J., un largo pasillo a través de 3 puertas de seguridad conducía a ella, me empujaron adentro donde el aislamiento era total. Allí me mantuvieron en observación por primera vez un mes, en periodos de 10 días, me pasaban la comida a través de una ranura en la puerta, y pasaba días sin hablar con nadie. Ese tipo de privación sensorial era una tortura para mi, para sobrevivir sabía que tenía que mantener mi mente activa.
Una vez me puse a fabricar mis propios dulces en la celda. Intercambiaba tabaco por los ingredientes como azúcar, cacahuates y leche en polvo, y los fabricaba usando una lata de agua fría que calentaba quemando papel de baño para derretir el azúcar.
También cortaba cuadritos de papel de baño que pegaba en el suelo con pasta de dientes para hacer un tablero de ajedrez, y jugaba con otros internos que estuvieran en celdas cercanas. Así jugue con Herman Wallace y Albert Woodfox. Ellos, como yo, eran Panteras Negras mantenidos en confinamiento solitario. Ambos iniciaron un nuevo capítulo de los Panteras, ayudando a otros reclusos ante los abusos que sufrían dentro e Angola.
Ellos aún estan en confinamiento, casi tras 38 años (más de lo que cualquier otro recluso en todo el sistema penitenciario de EEUU). Ambos estan acusados por matar a un guardia en 1972 pero hay mucha eviedncia que demuestra que son inocentes.
Despues que fuí liberado en 2001, he viajado constantemente, explicando a la gente sobre el uso actual del confinamiento solitario en el país. La Constitución de los EEUU prohibe los "castigos crueles e innusuales" y esas palabras describen claramente lo que es el confinamiento.
Cuando salí de Angola no sabía lo permanentemente que me había marcado esa experiencia. Ahora tengo problemas con mi visión, se me hace muy difícil juzgar distancias largas (como resultado de vivir en un espacio tan pequeño).
Suelo hablar de esos 29 años como cosa del pasado pero la verdad es que es algo que jamas te deja. Alguna veces siento que sigo ahí. Hize un juramento, que una vez que saliera de Angola y fuera libre, ellos nunca se librarían de mí. Hasta que Herman Wallace y Albert Woodfox puedan reunirse conmigo aqui afuera, seguire en ello."
"Yo ingrese en la Penitenciaria de Lousiana a principios de los 60's, a la edad de 18 años, y ahí estuve por el resto de la decada. En esos años, si uno era joven, negro y tenía antecedentes criminales, la policia de Nueva Orleans podía venir por tí en cualquier momento, cuando tenían un caso sin resolver, lo llamaban "limpiando los libros".
En 1969, me arrestaron por un robo que no cometí y, una vez dentro de la carcel, me uní a los Panteras Negras. Tres años despues, un interno fue asesinado en mi bloque y, por mis creencias políticas, las autoridades vieron una oportunidad de culparme. En 2001 fuí declarado inocente de ese asesinato pero para ese entonces ya había pasado 29 años en confinamieno solitario.
Se trataba de una diminuta celda, de 2.7 por 1.8 metros, con barrotes en el muro de cemento que daba a un pasillo largo. Dentro sólo había una cama, un baño, una mesa, una silla, y una trampa de aire pegada a la pared.
Algunos días me la pasaba caminando hacia adelante y atras, de izquierda a derecha durante horas, y termine conociendo cada pulgada de mi celda. Algunas veces creía volverme loco caminando como un animal atrapado pero no tenía elección, necesitaba sentirme en control de mi espacio.
En ciertos momentos sentía una inmensa angustia que es difícil poner en palabras. El vivir 24 horas 7 días a la semana en una paqueña caja, año tras año, sin posibilidad de libertad es una cosa terrible que te endurece.
Me tocó ser puesto en el ala del confinamiento restringido de la prisión, la cual llamabamos Angola, por la plantación de esclavos que existía en el lugar antes de que construyeran la penitenciaría. Tres veces a la semana me sacaban una hora para hacer ejercicio, donde era separado de los otros prisioneros por una alambrada.
Los guardias trataban de callarnos cuando queriamos platicar pero nosotros nos resistiamos a ellos. Las veces que fuí disciplinado fue por platicar, pero no me importaba, siempre me resistí a sus intentos por quitarme mi humanidad.
El peor castigo era la "caja fría", como llamábamos a la celda dentro del Camp J., un largo pasillo a través de 3 puertas de seguridad conducía a ella, me empujaron adentro donde el aislamiento era total. Allí me mantuvieron en observación por primera vez un mes, en periodos de 10 días, me pasaban la comida a través de una ranura en la puerta, y pasaba días sin hablar con nadie. Ese tipo de privación sensorial era una tortura para mi, para sobrevivir sabía que tenía que mantener mi mente activa.
Una vez me puse a fabricar mis propios dulces en la celda. Intercambiaba tabaco por los ingredientes como azúcar, cacahuates y leche en polvo, y los fabricaba usando una lata de agua fría que calentaba quemando papel de baño para derretir el azúcar.
También cortaba cuadritos de papel de baño que pegaba en el suelo con pasta de dientes para hacer un tablero de ajedrez, y jugaba con otros internos que estuvieran en celdas cercanas. Así jugue con Herman Wallace y Albert Woodfox. Ellos, como yo, eran Panteras Negras mantenidos en confinamiento solitario. Ambos iniciaron un nuevo capítulo de los Panteras, ayudando a otros reclusos ante los abusos que sufrían dentro e Angola.
Ellos aún estan en confinamiento, casi tras 38 años (más de lo que cualquier otro recluso en todo el sistema penitenciario de EEUU). Ambos estan acusados por matar a un guardia en 1972 pero hay mucha eviedncia que demuestra que son inocentes.
Despues que fuí liberado en 2001, he viajado constantemente, explicando a la gente sobre el uso actual del confinamiento solitario en el país. La Constitución de los EEUU prohibe los "castigos crueles e innusuales" y esas palabras describen claramente lo que es el confinamiento.
Cuando salí de Angola no sabía lo permanentemente que me había marcado esa experiencia. Ahora tengo problemas con mi visión, se me hace muy difícil juzgar distancias largas (como resultado de vivir en un espacio tan pequeño).
Suelo hablar de esos 29 años como cosa del pasado pero la verdad es que es algo que jamas te deja. Alguna veces siento que sigo ahí. Hize un juramento, que una vez que saliera de Angola y fuera libre, ellos nunca se librarían de mí. Hasta que Herman Wallace y Albert Woodfox puedan reunirse conmigo aqui afuera, seguire en ello."
#6:
Además el entrevistado comenta que dos compañeros de prisión, ambos a su vez panteras negras, continúan a día de hoy sometidos a este cruel castigo.
Comentarios
Traduccion de rápido (voy al lab):
"Yo ingrese en la Penitenciaria de Lousiana a principios de los 60's, a la edad de 18 años, y ahí estuve por el resto de la decada. En esos años, si uno era joven, negro y tenía antecedentes criminales, la policia de Nueva Orleans podía venir por tí en cualquier momento, cuando tenían un caso sin resolver, lo llamaban "limpiando los libros".
En 1969, me arrestaron por un robo que no cometí y, una vez dentro de la carcel, me uní a los Panteras Negras. Tres años despues, un interno fue asesinado en mi bloque y, por mis creencias políticas, las autoridades vieron una oportunidad de culparme. En 2001 fuí declarado inocente de ese asesinato pero para ese entonces ya había pasado 29 años en confinamieno solitario.
Se trataba de una diminuta celda, de 2.7 por 1.8 metros, con barrotes en el muro de cemento que daba a un pasillo largo. Dentro sólo había una cama, un baño, una mesa, una silla, y una trampa de aire pegada a la pared.
Algunos días me la pasaba caminando hacia adelante y atras, de izquierda a derecha durante horas, y termine conociendo cada pulgada de mi celda. Algunas veces creía volverme loco caminando como un animal atrapado pero no tenía elección, necesitaba sentirme en control de mi espacio.
En ciertos momentos sentía una inmensa angustia que es difícil poner en palabras. El vivir 24 horas 7 días a la semana en una paqueña caja, año tras año, sin posibilidad de libertad es una cosa terrible que te endurece.
Me tocó ser puesto en el ala del confinamiento restringido de la prisión, la cual llamabamos Angola, por la plantación de esclavos que existía en el lugar antes de que construyeran la penitenciaría. Tres veces a la semana me sacaban una hora para hacer ejercicio, donde era separado de los otros prisioneros por una alambrada.
Los guardias trataban de callarnos cuando queriamos platicar pero nosotros nos resistiamos a ellos. Las veces que fuí disciplinado fue por platicar, pero no me importaba, siempre me resistí a sus intentos por quitarme mi humanidad.
El peor castigo era la "caja fría", como llamábamos a la celda dentro del Camp J., un largo pasillo a través de 3 puertas de seguridad conducía a ella, me empujaron adentro donde el aislamiento era total. Allí me mantuvieron en observación por primera vez un mes, en periodos de 10 días, me pasaban la comida a través de una ranura en la puerta, y pasaba días sin hablar con nadie. Ese tipo de privación sensorial era una tortura para mi, para sobrevivir sabía que tenía que mantener mi mente activa.
Una vez me puse a fabricar mis propios dulces en la celda. Intercambiaba tabaco por los ingredientes como azúcar, cacahuates y leche en polvo, y los fabricaba usando una lata de agua fría que calentaba quemando papel de baño para derretir el azúcar.
También cortaba cuadritos de papel de baño que pegaba en el suelo con pasta de dientes para hacer un tablero de ajedrez, y jugaba con otros internos que estuvieran en celdas cercanas. Así jugue con Herman Wallace y Albert Woodfox. Ellos, como yo, eran Panteras Negras mantenidos en confinamiento solitario. Ambos iniciaron un nuevo capítulo de los Panteras, ayudando a otros reclusos ante los abusos que sufrían dentro e Angola.
Ellos aún estan en confinamiento, casi tras 38 años (más de lo que cualquier otro recluso en todo el sistema penitenciario de EEUU). Ambos estan acusados por matar a un guardia en 1972 pero hay mucha eviedncia que demuestra que son inocentes.
Despues que fuí liberado en 2001, he viajado constantemente, explicando a la gente sobre el uso actual del confinamiento solitario en el país. La Constitución de los EEUU prohibe los "castigos crueles e innusuales" y esas palabras describen claramente lo que es el confinamiento.
Cuando salí de Angola no sabía lo permanentemente que me había marcado esa experiencia. Ahora tengo problemas con mi visión, se me hace muy difícil juzgar distancias largas (como resultado de vivir en un espacio tan pequeño).
Suelo hablar de esos 29 años como cosa del pasado pero la verdad es que es algo que jamas te deja. Alguna veces siento que sigo ahí. Hize un juramento, que una vez que saliera de Angola y fuera libre, ellos nunca se librarían de mí. Hasta que Herman Wallace y Albert Woodfox puedan reunirse conmigo aqui afuera, seguire en ello."
#3 ¿Cómo se puede compensar 29 años de tortura?
No se puede.
Además el entrevistado comenta que dos compañeros de prisión, ambos a su vez panteras negras, continúan a día de hoy sometidos a este cruel castigo.
Pais de las libertades civiles:
1.- Prisoneros torturados durante décadas en sus propias carceles.
2.- Prisioneros raptados en el extranjero y torturados en Guantanamo.
3.- El mas alto indice de población reclusa del mundo.
Terrible
#1 Horrible.
Me recuerda al Conde de Montecristo, qué horror
#3 Claro, lo que ha pasado este hombre es muy humano. Todos tus seres queridos y las personas que te rodeaban las has perdido para siempre, la gente cree que eres un criminal...
El problema no es el tipo de condena por que este hombre ha sufrido lo indecible, el problema es la justicia corrupta que condena a inocentes.
#12 Suena bien... ¡demos un nobel de la paz a su presidente!
Para que luego digan que en EEUU no hay prisioneros políticos. Este hombre era un prisionero político, al que además usaron como conejillo de indias para experimentar torturas. Una aberración en toda regla.
Pobre hombre.. Esto demuestra una vez más que no se debe admitir la pena de muerte. Mal se le puede reparar ahora; de haber muerto, sería imposible....
#10 me venia a la mente Edmundo cuando iba leyendo... y eso que el estuvo bastante menos que 29 años. Claro que al Conde no le dejaban salir tres veces a la semana a hacer ejercicio, imagino que eso tiene que ayudar quieras que no.
qué tristeza
#4 No, pero al menos puedes darle dinero y que disfrute los que le quedan. Si está muerto, no hay ya que hacerle....
«Hablo en pasado de mi cautiverio de 29 años, pero la verdad nunca te abandona. Aunque “salí” en 2001, en cierto modo es como si todavía siguiera allí dentro.»
Demoledor.
Otro caso más que demuestra que la democracia está en descomposición. ¿Alguna vez no lo estuvo?
Sigan consumiendo...
En españa existe eso, se llama aislamiento, y los presos relacionados con terrorismo se les aplica este tipo de regimenes (se les suele llamar presos FIES). Y no hablamos solo de gente con delitos de sangre sino de condenas de 5 años en aislamiento por quemar unos contenedores. Celda de minimas dimensiones, salen al patio solos durante media hora, ademas la ventana suele estar tapada por una chapa de agujeros lo cual en verano en el sur de españa es una mas tortura todabia ya que se han dado casos de colapsos respiratorios.
Teoricamente un preso solo entra en asilamiento si la lia en la carcel (es decir, cualquier preso puede pasar por esta tortura)solo que en el caso de el resto de preso no pueden pasar mas de N (no encuentro el dato pero creo que son 15) dia seguidos en ailamiento.. pero esto tiene trampa ya que suelen "sacarles de aislamiento ua horas" para volver a entrar en aislamiento.
aqui teneis una entrevista a un preso comun que se hizo muy popular al sacar unos libros:
http://www.masvoces.org/Criticas-al-regimen-de-aislamiento-en-las-carceles
Mas info:
http://www.nodo50.org/tortuga/article.php3?id_article=2173
"Ese tipo de privación sensorial era una tortura para mi". Sobra el "para mí", es tortura pura y dura.
http://www.morbitorio.com/?p=524
Lo único positivo es que no le mataron y ha podido llegar a ver como se demostraba su inocencia.