Nos anuncian a bombo y platillo que vienen no se que grupos, te compras la entrada anticipada, y a menos de una semana del festival te encuentras con que han cancelado gran parte de las actuaciones; esto es lo que ha sucedido en el Creamfields de Vigo y en otros muchos festivales, ¡VAYA TIMO!
A mí no me parece irrelevante, ni errónea. Aunque no documenta las fuentes y el título es sesgado, el fondo de la noticia es cierto. A veces me ha dado por leer las condiciones que vienen en la letrilla enana de las entradas, y la organización de muchos conciertos y festivales suele abusar un poquillo en el tema de cambios 'imprevistos' de cartel.
De hecho, hay algunas empresas del sector que primero venden la organización del evento a los patrocinadores, luego contactan con los agentes de los artistas, y finalmente publicitan el cartel antes de tener todo cerrado.
#7 Incorrecto. El público no contrata con el artista, sino con la organización. Si un artista se raja tendrá la responsabilidad que marque su contrato con la organización. Ningún artista firma contratos que le obligan a indemnizar al público en caso de suspenderse el concierto. Es la organización quien tendrá con el público la responsabilidad que marquen las condiciones (unilaterales, no pactadas) establecidas en la venta de entradas, siempre que estas no sean ilegales o abusivas. Y de esto último se trata. Yo creo que algunas lo son.
Otra cosa muy desagradable; El vendedor de las entrada constantemente limita su responsabilidad a suministrarla, y se remite a las condiciones del organizador del espectáculo para todo lo demás, pero sin facilitar condiciones. Las entradas se entregan sólo después de comprarlas (en caso de hacerlo por internet, mucho tiempo después de haberlas pagado).
Esto impide al consumidor poder consultar las condiciones de la contratación de la asistencia al concierto antes de adquirir las entradas. Primero paga, luego sabrás qué has comprado.
A mi esto me parece lo mas normal del mundo, en cuanto se tiene un contrato, se publicita, y si se rompe el contrato, pues se siente. Pero evidentemente, si el contrato lo rompe el artista, pues le toca hacerse cargo de las indemnizaciones, igual que si lo rompe la organización.
Son imprevistos que por el ego de los artistas no se pueden subsanar. No hay que decir que es un Timo, por que realmente, a cualquier festival, le viene mejor que actuen los mas grandes, que que cancelen los conciertos....
Comentarios
que bonita entradilla, es como un pequeño artículo de opinión.
Y eso de hablar de otros festivales cuando no viene en la noticia (así que obviamente no hay fuentes) también es cuanto menos curioso.
no es timo, son imprevistos, yo compré entradas para amaral en Mataró y fui y me divertí, otros tienen sus motivos para cancelarlos...
#3 ...pues deberías, madera parece que tienes.
A mí no me parece irrelevante, ni errónea. Aunque no documenta las fuentes y el título es sesgado, el fondo de la noticia es cierto. A veces me ha dado por leer las condiciones que vienen en la letrilla enana de las entradas, y la organización de muchos conciertos y festivales suele abusar un poquillo en el tema de cambios 'imprevistos' de cartel.
De hecho, hay algunas empresas del sector que primero venden la organización del evento a los patrocinadores, luego contactan con los agentes de los artistas, y finalmente publicitan el cartel antes de tener todo cerrado.
#7 Incorrecto. El público no contrata con el artista, sino con la organización. Si un artista se raja tendrá la responsabilidad que marque su contrato con la organización. Ningún artista firma contratos que le obligan a indemnizar al público en caso de suspenderse el concierto. Es la organización quien tendrá con el público la responsabilidad que marquen las condiciones (unilaterales, no pactadas) establecidas en la venta de entradas, siempre que estas no sean ilegales o abusivas. Y de esto último se trata. Yo creo que algunas lo son.
Otra cosa muy desagradable; El vendedor de las entrada constantemente limita su responsabilidad a suministrarla, y se remite a las condiciones del organizador del espectáculo para todo lo demás, pero sin facilitar condiciones. Las entradas se entregan sólo después de comprarlas (en caso de hacerlo por internet, mucho tiempo después de haberlas pagado).
Esto impide al consumidor poder consultar las condiciones de la contratación de la asistencia al concierto antes de adquirir las entradas. Primero paga, luego sabrás qué has comprado.
A mi esto me parece lo mas normal del mundo, en cuanto se tiene un contrato, se publicita, y si se rompe el contrato, pues se siente. Pero evidentemente, si el contrato lo rompe el artista, pues le toca hacerse cargo de las indemnizaciones, igual que si lo rompe la organización.
Son imprevistos que por el ego de los artistas no se pueden subsanar. No hay que decir que es un Timo, por que realmente, a cualquier festival, le viene mejor que actuen los mas grandes, que que cancelen los conciertos....
jajaja no soy periodista
como mucho "periodista del corazón" "obviamente no hay fuentes"